Consultado sobre las circunstancias en el Delta, y ante el cruce político que se generó entre el gobernador de Entre Ríos Gustavo Bordet y el ministro de Ambiente de la Nación, Juan Cabandié, el aviador advirtió que en las provincias ribereñas del Delta la situación se repite constantemente y los cuestionamientos son históricos entre autoridades de gobierno que se reprochan mutuamente el haber llegado tarde o si se actuó bien o no.
El sistema de fuego en la Argentina tiene diferentes formas, hay provincias que están muy organizadas como Córdoba, contó, y luego existe el Plan Nacional del Fuego, que maneja de forma distinta la problemática, y eso, según el especialista, se evidencia en el caso de los incendios en el Delta.
“Hay una forma distinta de atacar el problema. Lo que pasa acá es que el plan nacional tiene los recursos aéreos pero se despliega en la zona del Delta muy tarde. Pasan 48 o 72 horas y ese sistema de control de fuego es ineficiente” explicó.
“72 hs después de una columna de incendio no tiene ningún sentido, y eso es lo que vemos siempre, por eso tenemos grandes extensiones de tierra en la misma época, sumado a prácticas ancestrales en Entre Ríos” señaló.
En ese sentido, puso como ejemplo a la provincia de Córdoba, que tiene aeronaves propias con rápido despliegue y gracias a ese sistema puede controlar a tiempo el 80% de los focos de incendio.
Las provincias de Santa Fe y Entre Ríos deberían adherir a esta modalidad que según precisó contempla tener continuamente preparados aviones y helicópteros con brigadistas, para un despliegue de 5 a 10 minutos, y no de 72 horas.
El aviador destacó que inclusive en Entre Ríos hay una geografía particular que facilita el avistaje, por las llanuras. “En Entre Ríos se puede ver claramente y la tarea de detección es fácil. Lo que sucede es que se está fallando en el ataque y en el control del incendio”, agregó.
“Lo que está mal es que no se arma el sistema previamente, tenemos estadísticas de quemas desde hace años y se sabe las zonas donde hay riesgos de incendios desde siempre” puntualizó.
Sobre las consecuencias de la no prevención, Dell Arciprete recordó que implica el triple de gastos en recursos. “Lo que vemos es que siempre se vuelve a fojas cero” dijo.
Un presupuesto de prevención estable, como el que propone, implicaría para la provincia una guardia permanente con avistamiento permanente, esto significaría una flota menor de aviones y helicópteros para un control mínimo y que no representaría mayores erogaciones estatales.
“De hecho, la provincia ya tiene por ley desde 2008 una normativa que destina un porcentaje del impuesto inmobiliario rural para el manejo del fuego, pero habrá que ver si se cumple y por qué no, en todo caso. Dónde están esas partidas” concluyó
