La mujer sostuvo que, mientras armaban los boxes, ya había gente “queriendo comprar cosas”. Incluso, mencionó que ayer algunos vendedores comercializaron mercadería porque ya habían armado sus puestos. “Queremos que la gente nos visite, nos busque. Acá estamos los que estábamos allá; tenemos la mercadería que está acostumbrada la gente. Una bombacha, camisas, remeras, camisetas, pantalón jogging, todo eso tenemos”, enumeró.
“Anoche estuvimos hasta una cierta hora tratando de ordenar un poco de mercadería y hoy ya nos instalamos”, manifestó Alejandra. “Dentro de todo está bien, no se llueve y hemos armado los puestitos”, añadió. De los 92 puesteros que tienen un lugar asegurado en el futuro Mercado, 75 se instalaron en la ex Estación Norte.
Una rápida recorrida por el mercado da cuenta de que los puesteros levantaron los boxes contra las paredes, como si fuese un corredor con un amplio pasillo central. Para mejorar la circulación de aire y luz, las puertas laterales fueron abiertas pero, en días de bajas temperaturas como hoy, se torna fría la permanencia en el lugar. “Es fresquito por el alto y porque tiene ventilación pero es un sacrificio como en Las Pulgas también teníamos frío”, dijo la vendedora.
En tanto, la empresa constructora ayer colocó el cierre perimetral del predio en Entre Ríos y Quintana donde se ejecutará la construcción del Mercado. “Ojalá y Dios quiera sean cuatro meses como se dice”, dijo Alejandra. En realidad, el plazo es de seis meses y, por ello, los puesteros esperan volver antes de las Fiestas de fin de año.