De hecho, ayer había padres que querían cortar avenida San Lorenzo. “Les pedimos que no, que sean pacientes, que vamos a volver a hablar para buscar respuestas entre Arquitectura y Dirección Departamental. Y esta semana esperando hablar con Di Lello. Le pedimos una audiencia y quedó en respondernos. Estamos a la espera de que cite a la comisión de padres. Vamos a ver que nos llevamos de ahí”, dijo Soto.
El edificio debe ser construido en un terreno que está ubicado en la manzana que ocupa la primaria. “Hay espacio suficiente como para poder construir”, mencionó. “El proyecto está listo, preparado. El presupuesto se hizo en 2018 pero debe ser actualizado. Era algo de $ 600 millones pero antes de la suba del dólar”, dijo.
“Nosotros tenemos una promesa de la arquitecta Diana Calero, que vino el 6 de agosto a la escuela 53, con Gastón Etchepare (vocal del CGE) y Ángel Giano (senador provincial) y un chico de apellido Lima, secretario de Benedetto (Ministro de Obras públicas de la provincia), y nos dijeron que la escuela va a estar incluida en el presupuesto del 2020”, recordó Soto.
Pero la comunidad educativa recuerda que ya escucharon esa promesa de parte de las autoridades respecto de que la escuela iba a estar incluida en los presupuestos de los años 2018 y 2019. No obstante, no se cumplió con lo consignado.
De hecho, ese día una de las madres se dirigió de mala forma a Giano dado que entienden que hasta ahora solo hay promesas políticas. “No queremos que la gente se altere, queremos mantener la confianza y la esperanza pero cuando se hace una multitud pasa lo que pasó esa vez. Al senador le faltaron el respeto y nos dimos cuenta de eso. En una institución, una escuela y eso no está bien que lo hagamos delante de los chicos. Pero cuando la gente tiene algún concepto de la política y ya son grandes, no lo podes cambiar”, dijo.
Además, en el edificio de la escuela primaria Nª 53 hay necesidades urgentes que deben ser atendidas. “Ellos tomaron el compromiso de resolverlo en 30 días. Y eso es lo que no se ha cumplido completamente”, dijo la rectora.
En consecuencia, los padres, quienes están comprometidos con la institución escolar, no quieren quedarse “quietos y en silencio”. Por ello, organizan acciones en la escuela. Pero desde la rectoría tratan de que las clases no se interrumpan. Por ello acordaron tomarse una hora para realizar una clase publica donde se les explique a los alumnos la situación que atraviesa la escuela. “Es una manera de que se nos vea y de que se enteren de cómo va la gestión”, manifestó.
A la secundaria acuden 418 alumnos. Se dividen en dos turnos: ciclo básico de 1º, 2º y dos 3º años, que funciona desde las 13 horas y se reparten en 10 aulas, y el ciclo orientado de dos 3º, 4º, 5º y 6º años que comienza a las 17:30. “Son los que más sufren porque salen a las 10 de la noche. Ahora se vienen los días más lindos, pero en julio y agosto tenemos un gran número de chicos que comienzan a faltar porque vienen de barrios muy alejados y llegan a su casa a las 11 de la noche. Y en invierno cuando hace frío, hay que tener ganas de ir a estudiar a esa hora”, dijo.
Al mismo tiempo, sostuvo que muchos atraviesan dificultades económicas lo que les impide en ocasiones tener el dinero suficiente como para ir en colectivo. “Vienen los papás y avisan que faltan mucho porque no tienen para el colectivo”, dijo.
Si bien tiene un acuerdo con la dirección de la primaria de que los chicos de edades muy diferentes puedan compartir los patios de los recreos, las dificultades no se agotan ahí. La secundaria tiene solo dos sanitarios: uno para mujeres y otro para varones. Pero en el de mujeres hay cuatro baños y a la tarde acuden 200 alumnas. “A veces los baños están en funcionamiento todo el tiempo y a veces se desgastan fácilmente”, dijo.
Además, se trata de un edificio antiguo donde se inundan las aulas los días de lluvia. “Los techos están añejos, hay que cambiarlos, cambiar las canaletas; renovar todo lo que son los cielorrasos porque la húmedad ha hecho muchas manchas. El edificio de la 53 está muy deteriorado”, dijo,
