ESCANDALO: La mala praxis judicial al descubierto

El caso Leiman Patt fue esta semana escenario de una denuncia claramente fundamentada de cómo, a diferencia de lo que sostiene el código de procedimientos penales, el ministerio público fiscal de Chajari determinó primero la culpabilidad de un sospechoso y luego se hizo de la prueba para fundamentar sus presunciones.
Con esta lógica, lo que no apoya la teoría de la fiscalía es lisa y llanamente desestimado, violándose así el principio de inocencia y la búsqueda de la verdad.

La foto de tapa que ilustra esta nota, es la orden de detención policial emanada por el juzgado de Garantías de Chajari fechada el 29 de febrero de 2012 (dos días después del hecho) cuando Leiman Patt estaba internado en terapia intensiva del hospital Masvernat. La misma lleva la firma de la jueza de Garantías María Elina Corral, y en el acta no figura la firma de ningún abogado defensor oficial, ni se hace alusión a que Leiman Patt esté imputado sino simplemente que “existen motivos suficientes para sospechar que el ciudadano ha participado de la comisión del hecho que se investiga”. Con esto, se exhorta al Juzgado de Garantías de Concordia a detenerlo y ponerle custodia policial.

Esta detención, fue impugnada por el abogado defensor de Leiman Patt y señalada como nulidad del proceso. Acusación que el fiscal Maximiliano Laroca intentó voltear alegando que Leiman Patt no fue detenido mientras estuvo internado, “porque estaba entubado” así como –afirmó el fiscal- “tampoco se le hizo la prueba de dermotest porque estaba entubado”. Las actas policiales y judiciales que exhibimos en esta nota, son copia de las presentadas ayer por Dri, donde consta que en efecto Leiman Patt fue detenido y que se hicieron las pruebas de dermotest, contrariamente a lo que sostuvo el fiscal.

Foto 2: Acta policial de levantamiento de rastros, donde consta que se tomaron muestras de Dermotest de las manos de Leiman Patt, en el hospital Santa Rosa (el día del hecho, antes de ser trasladado al hospital Masvernat)

ANTECEDENTES

El caso tiene antecedentes conocidos, e igualmente escandalosos como el de Cañete Insaurralde (homicidio de “lela” Pintos), que fue enviado a fojas cero (es decir a investigar de nuevo) por el Superior Tribunal de Justicia, tras un juicio arbitrario que había condenado a los dos acusados a prisión perpetua.

El argumento principal fue que se había violado el derecho de defensa, porque la defensora de ambos, permitió que uno de los acusados le echara la culpa al otro, que también era su pupilo. En estos casos lo que corresponde es que cada imputado tenga su propio abogado defensor.

No obstante, el defensor de pobres y menores de Concordia Alejandro Giorgio había señalado en el segundo juicio realizado por esa causa, una innumerable cantidad de nulidades cometidas por la policía, que era entonces la encargada de la investigación.

Ahora el caso Leiman Patt, revela con el nuevo código, que los fiscales cometen hoy los mismos horrores de procedimiento que antes cometía la policía.

Lo que discutimos en estas líneas es la mala administración de justicia penal en Chajari, que hace tiempo viene siendo evidenciada y comentada por los propios funcionarios judiciales de Concordia en los pasillos del palacio de justicia, pero nunca antes como hoy se había puesto de manifiesto en pleno juicio, para dejar al descubierto las responsabilidades de cada quien.

Sin duda, un logro de este nuevo código de procedimientos, que obliga a los fiscales a defender su caso y cada una de las pruebas, pues lo que no se ventila en el juicio no es valorado por el tribunal, a diferencia del viejo código donde los jueces contaban con el expediente, y podían indagar, haciendo en la mayoría de los casos la tarea del fiscal.

PLANTEO DE NULIDAD DE ACTOS PROCESALES DE LA INVESTIGACIÓN FORMULADOS POR LA DEFENSA:

1) Nulidad del informe médico del Dr. Piana (Tras el cual se continúa con el proceso dando por sentada su capacidad para defenderse)
2) Nulidad de la audiencia indagatoria
3) Nulidad de la designación de abogado defensor
4) Nulidad de la audiencia de prisión
5) Nulidad de la detención del 28 de febrero de 2012 y por ende de todo lo actuado desde el hecho

Ante estos planteos, la fiscalía sostuvo que se trataba de pedidos extemporáneos y absurdos, y explicó que Leiman Patt “no fue detenido el 28 de febrero porque estaba internado y entubado” aseguró Maximiliano Laroca, y disparó que por ese motivo no estaba el dermotest. «porque no podíamos hacerle el dermotest a una persona que está en terapia intensiva” porque -sostiene- la vida siempre estuvo por delante de la prueba.

Luego de estas afirmaciones pidió la palabra el querellante Jorge Ostolaza, quien además agregó que “el Dr. Dri no conoce el nuevo código de procedimientos y confunde el artículo 70 con el 71” tras lo que señala que el informe médico de Piana no es en el marco del artículo 70 sino del artículo 71”

Para no agobiar trancribiendolo aqui, invitamos al lector a buscar qué dicen estos artículos en el siguiente link: http://www.lexer.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=320:ley-no-9754-codigo-procesal-penal-de-la-provincia-de-entre-rios&catid=34:leyes

* Según estos, y de acuerdo con el descargo de Dri, el proceso estaba suspendido por el artículo 69 interpuesto por la Jueza de Garantías cuando la junta médica del STJ realizó una pericia parcial y resolvió que hacían falta más estudios para poder determinar la duda sobre la capacidad del imputado. Tres días después de este informe, el médico legista, de especialidad urólogo, confecciona un informe en el que determina que Leiman Patt está lucido y ubicado en tiempo y espacio.

En el primer planteo de nulidad, Dri pidió que este informe fuera nulo porque no cumplía con las formas del examen mental obligatorio previsto en el artículo 70. Sin embargo, al señalar el querellante que el informe de Piana estaba previsto según el artículo 71. Dri agregó una nueva nulidad.

6) No hay informe del artículo 70 ¿Por qué entonces continuaron investigando?

Pero lo más fuerte de la jornada y la falla mas grave de la fiscalía fue la afirmación del fiscal de que Leiman Patt no fue detenido mientras estaba internado y que no se efectuó la prueba de dermotest, como en efecto no figura en el legajo de elevación a juicio.

Tras estas afirmaciones Dri exhibió actas policiales y judiciales de las que se hizo cuando fotocopió el legajo de investigación, donde consta que Leiman Patt fue detenido mientras estaba internado y que cuando estuvo en el Hospital Santa Rosa se le extrajeron rastros de ambas manos para la prueba de dermotest.

Las copias de dichas actas fueron presentadas por Dri al tribunal, acompañadas de un pedido de investigación del delito de ocultamiento de prueba documental y en la misma sala el defensor pidió que el legajo fuera secuestrado por un fiscal de turno.

DIARIOJUNIO tiene las copias de estas actas y publicamos en esta nota tres de estas. Como prueba de los desmanejos de la investigación.

Pueden la fiscalía y la querella sostener que el planteo es extemporáneo, puede plantear que el defensor quiere dilatar los tiempos del juicio, puede seguir planteando -como lo hizo- que Leiman Patt está fingiendo, pero eso no alcanza para ocultar la desproligidad, el ocultamiento de pruebas, la violación de derechos inalienables, y la mala praxis de esta investigación. Donde queda claro que la culpabilidad de Leiman estaba definida desde antes que estuvieran las pruebas en su contra.

De lo que se trata es de definir si los fiscales van a investigar la verdad de los hechos, o si van a dedicarse a probar una versión, quizá la que surge a prima facie o la mas fácil de probar.

Para probar que Leiman Patt se disparó a si mismo el tiro en la cabeza, no basta con la existencia del balazo y que no hayan encontrado a alguien más dentro de la casa. Puede bastar para la prensa, o para las vecinas del barrio, pero no para un tribunal que debe resolver sobre la libertad de un hombre.

Debe el fiscal necesariamente probar que Leiman Patt se disparo y eso se puede probar con una prueba de dermotest que se hizo, pero increíblemente la fiscalía no elevó a juicio. ¿Cómo lograr entonces el grado de certeza que se requiere para condenar a un hombre?

¿Qué validez tiene una audiencia de prisión preventiva en la que el imputado no puede hablar y el defensor no ensaya una defensa?

Para poder ordenar la prisión de una persona es necesario que la fiscalía pruebe que existe riesgo de fuga o entorpecimiento de la investigación, y en esa audiencia el defensor debe alegar a favor de la libertad del detenido.
¿Cómo es posible que el abogado oficial no tuviera nada para decir? Al menos, señalar que con un coma de grado 7 difícilmente pudiera fugarse el hombre. ¿Cómo podría intervenir en la investigación estando internado en Terapia Intensiva y entubado? Este es el tipo de argumentos que habitualmente señalan los abogados defensores en las audiencias de prisión preventiva pero en este caso, no hubo quien lo manifestara. Es extraño.

Independientemente de cómo fueron los hechos y si Leiman Patt es o no el autor, o si realmente tiene o no amnesia y afasia como aún en pleno juicio estamos en duda.

De lo que no hay dudas, es que durante la investigación el imputado fue visto y tratado como culpable desde el primer día sin contar con defensa real y violando olímpicamente el principio de inocencia, que sostiene que todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario en un juicio justo.

De lo que tampoco hay dudas, es que las pericias del cuerpo médico del Superior Tribunal de Justicia no pudieron zanjar la duda respecto de su capacidad. Y la prueba de que no pudieron hacerlo es, que aún se está discutiendo.

Pero pese a que la justicia aún no sabe si Leiman Patt es capaz de defenderse, hace un año que está privado de su libertad. Y esto es claro, porque los informes adolecen del grado de certeza que se requiere para juzgar a una persona. Y que además reconocen la necesidad de más estudios y profesionales de ciencias más especificas.

Leiman Patt es solo un caso conocido, pero no es el único caso mal instruido en Chajari.

Esperemos si, que sea el último.

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