Medios provinciales quisieron obtener alguna explicación de parte de las autoridades del colegio, pero ante la consulta prefirieron el silencio. “No vamos a hacer declaraciones”, dijeron.
Y como se trata de un establecimiento de gestión privada, tiene autonomía para aplicar sanciones sin que el Consejo General de Educación (CGE) pueda rever lo actuado, según admitió el presbítero Oscar Rigoni, delegado episcopal de Educación del Obispado de Concordia, con jurisdicción en Federación.
El sitio digital federaense www.7paginas.com.ar transcribió ayer el texto de una carta redactada por un grupo de padres de adolescentes que asisten al Instituto Sagrada Familia en la cual dan cuenta de los hechos ocurridos.
Todo comenzó el 17 de agosto último. Ese día, tres alumnos de cuarto año encuentran en un banco ubicado en el patio del colegio hojas de revistas con fotografías pornográficas. Uno de los jóvenes decide ingresarlas al establecimiento, sin contar con la anuencia de los otros dos, que no se mostraron de acuerdo.
Instalado frente al kiosco que funciona adentro de la escuela, las hojas de la revista comienzan a circular por otras manos, y hasta llega a verlas alumnos que asisten al noveno año. A la pregunta de qué estaban mirando formulada por las adolescentes, uno de los chicos responde que eran fotos “de mi mamá y mi papá cuando se fueron de viaje”. “Esta situación llega a oídos de los directivos de la institución, los cuales llaman a los alumnos involucrados, y los someten a un interrogatorio bastante largo y subido de tono. Fue así que los estudiantes confiesan tal cual habían sucedió los hechos.
Días más tarde, más precisamente el 12 de septiembre, la señora directora acompañada de su secretaria ingresan al aula y solicitan que levantaran la mano todos los que habían visto la revista. Los chicos, con la sinceridad que los caracteriza, levantan la mano. En ese momento, les comunica a los mismos que cada uno de ellos sería sancionado con cinco amonestaciones”, según el relato de los padres.
Los padres, entre quienes están Betty Mattiasi, José Blanc, Patricia Almirón, Celia Lencina, Javier Cecco, señalan que las autoridades del colegio les informaron a los alumnos que de acuerdo a lo resuelto por el consejo académico le correspondían “24 amonestaciones y media” por haber ingresado material pornográfico, sanción que también alcanzó al alumno que había mantenido el diálogo con su compañera de noveno año, “alegando (la directora) que había violado la moral paterna de la alumna”.
Una vez enterados los padres de la situación, acudieron a la escuela a informarse, pero allí les respondieron que “nos comunican que lo deberíamos hacer en forma escrita. Uno de los papás toma papel y lápiz y redacta el pedido de reunión como había requerido la señora directora”. Pero como la entrevista no se da, los padres se hacen presentes en la escuela, y buscan la forma de obtener una explicación a lo sucedido. Una de las madres dijo que a la sanción primera que le aplicaron a su hijo, le agregaron 15 más “por amenazas a una alumna y a la institución”.
José Blanc, uno de los padres firmantes de la nota, dijo que la cuestión todavía no se ha resuelto, y que todavía están a la espera de que las autoridades del Instituto Sagrada Familia “puedan identificar a quién realmente ingresó la revista a la escuela, y después recién actuar en consecuencia”.