Ferreira aseguró que la tarea es evitar que haya un brote como en Charata (Chaco). “Tenemos que buscarlo el conjunto de los médicos y también la población. Tienen que ir al médico y decirle: ‘doctor: hay dengue y yo quiero saber que no tengo dengue. Hagame un estudio de las plaquetas’.Es posible controlar el impacto de la epidemia, no es posible evitarlo ya a esta altura”, señaló el profesional.
Además señaló otros factores que coadyuvan a la presencia del mosquito, la desforestación y el cambio climático. Y tomó como antecedente un dato preocupante: “Entre Ríos es la provincia de la república Argentina que más muertos por dengue tuvo a principios del siglo pasado. En 1926 hubo casi 18.000 muertos en Entre Ríos de un brote que nació en la ciudad de Concordia”, expresó.
En la mesa que compartía Ferreira con Mario Imaz y Miguel Ragone, secretario y subsecretario de Salud, había frascos con agua extraída del Cementerio Nuevo. “Ustedes tienen aquí larvas de Aedes Aegipty que hemos recogido esta tarde. Había centenares de esos frascos lo que marca dos cosas: el pariente que va a recordar a su familiar usando esta práctica está causando daños en los barrios aledaños al cementerio y graves porque la autoridad municipal encargada de que esto no pase no está haciendo nada”, indicó.
“El brote epidémico sigue avanzando en su frontera sur. Ya es clarísimo el brote en la provincia de Chaco, hay casos autóctonos también en Santa Fe, en Buenos Aires y en Corrientes, en Santiago del Estero, en Tucumán, en Catamarca. Estamos hablando no de 20 casos, estamos hablando de miles de casos”, dijo Ferreira.
“Este es un problema de epidemia nacional. Es un problema que todos tenemos que estar alertas por lo menos las poblaciones que viven hasta el sur de la provincia de Buenos Aires”, agregó. Para medir el riesgo poblacional hay una que va de 0 a 1 (máximo riesgo): “estamos en un 0,66 %”.
Tampoco descartó la posibilidad de que haya algún caso que no haya sido reportado. “He percibido lamentablemente por esta situación que ha habido una baja preparación tanto en la población como en los sistemas de detección. No puedo decir con propiedad si hay casos o no. En Argentina hubo casos que no fueron diagnosticados. Tenemos casos autóctonos en la provincia de Buenos Aires que no fueron informados como casos de dengue y hay juicios. Por lo tanto, debe haber una alta posibilidad de casos que han pasado desapercibidos”, dijo el médico.
El riesgo en los casos que pasan desapercibidos es que en la segunda infección haya dengue hemorrágico es “altísimo”. Especialmente señaló el caso de niños y adolescentes y mencionó que hubo 70 muertos el año pasado en Brasil y más de la mitad pertenecían a esos estratos de la población.
Asimismo, precisó que la posibilidad de que desaparezca el mosquito con las bajas temperaturas el relativa porque desaparece el insecto que está a la intemperie pero puede sobrevivir en el interior de los hogares. Por eso alertó a la población para que cumpla con la tarea de eliminar los lugares donde puede haber agua estancada que genere la reproducción de las larvas.
