El sanatorio Concordia integra la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Entre Ríos (ACLER). Montangie destacó que realizaron varias reuniones y que, como corolario de las mismas, llegaron a la conclusión de que, hasta que no puedan firmar un nuevo convenio con las “condiciones mínimas”, deben comenzar a aplicar este tipo de medidas.
Aunque admitió que el paro no le sirve a nadie: “ni al Iosper, ni al paciente ni a nosotros”, también señaló que: “de alguna forma tenemos que llegar a que se conozca esta realidad que estamos trabajando con precios que no podemos trabajar”. En tal sentido, mencionó que los precios de los insumos han crecido “a pasos agigantados” y se manejan con valor dólar. “Es imposible trabajando con estas cifras del Iosper; es realmente muy complicado”, señaló.
Por otra parte, precisó que los dos últimos aumentos de las prestaciones de la obra social quedaron por debajo de las paritarias fijadas para los empleados de los sanatorios. “Me parece bárbaro y el personal debería ganar más pero el problemas es que si las obras sociales no nos aumentan, no tenemos ningún recurso: no somos subsidiados. No tenemos ninguna posibilidad de seguir funcionado”, dijo.
En tal sentido, el año pasado Montangie aseguró que el Iosper subió el valor de las prestaciones en un 12 % mientras la paritaria de los empleados dispuso una suba del 28 %. “En todas las empresas de servicio, el factor sueldo nos insume el 65 %. El porcentaje mayor lo absorben los sueldos”, indicó. Además dijo que el planteo del Iosper es aumentar en igual proporción a los incrementos que la Provincia les otorga a los empleados públicos. “Es imposible darles una prestación a ese nivel. Es cambiar la plata con todo el riesgo mayor”, señaló.
La obra social de los empleados públicos de la provincia pagan las prestaciones a través de módulos que dependen de la patología. “Es un sistema no fácil de entender”, aclaró. Por ejemplo, una operación de vesícula implica el pago de un monto fijo para el sanatorio “esté un día, dos o tres días”. De la misma forma que se la abona a un sanatorio se remuneran los laboratorios o los anestesistas además de los honorarios médicos.
“Hemos tomado este tema para concientizar a la gente, a nuestros empleados para tratar de encontrarle algún tipo de vehiculización”, indicó. “Estamos permanentemente en diálogo, buscándole algún tipo de solución. Estas medidas nos afectan tanto a los sanatorios, a los médicos porque por ahí no pueden pedir turno para operar, para internar y mucho más a los afiliados. Es todo un inconveniente”, reiteró.
Por otra parte, Montangie explicó que el paro no afecta tanto a la atención en consultorios dado que la FEMER es la entidad que agrupa a los médicos mientras que Acler nuclea a los sanatorios. “Es una cosa que por ahí la gente no lo entiende. Hay dos economías muy mezcladas. La economía del médico es una y la del sanatorio es totalmente otra. Los sanatorios son sociedades anónimas que nunca han dado dividendos y son las economías que durante todo este tiempo han sido más castigadas por los impuestos. En este momento, la economía de los sanatorios está mucho más resentida que la de los médicos”, manifestó.