Desde allí se trata de obtener una perspectiva de cómo va siendo el movimiento del ciclo de la economía en cada una de las provincias o de las regiones del país. A esos efectos, Entre Ríos quedó incluida en un área central con Córdoba y Santa Fe, pero también junto a Buenos Aires y Ciudad de Buenos Aires.
Ariel Filadoro, representante de la Dirección Nacional de Programación Económica dependiente del Ministerio de Economía, explicó que «se ha hecho una evaluación del tercer trimestre del año 2010», y se incluyó a «los conjuntos de indicadores tienen que ver con actividades productivas». Fue antes de precisar la metodología seguida. «Lo que exigimos en cada caso es que los productos fueran del núcleo productivo de la provincia, y que hubiera estadísticas; adicionalmente se incluyó a las exportaciones en materia productiva; después complementamos la información con los indicadores de demanda, como son el patentamiento de autos, distribución de la energía eléctrica, gasto de combustibles; indicadores fiscales y de empleo; de la evaluación conjunta de estos cuatro conjuntos de indicadores, se puede tener indicadores de la marcha de la economía provincial y regional», explicó.
La síntesis de coyuntura de la región central refleja que Buenos Aires exhibió un desarrollo positivo a partir de actividad impulsada en el mercado interno; que Córdoba mantuvo una destacada performance, con parámetros relevantes en demanda interna y un comportamiento muy dinámico; Santa Fe, experimentó una evolución similar, más recostada en las exportaciones agroindustriales, generadas por el complejo oleaginoso; Buenos Aires aparece en la misma línea que Córdoba y Santa Fe con el matiz de un perfil productivo más diversificado; mientras la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se destaca por el crecimiento sostenido en la actividad turística, pero en contraposición se retrajeron los indicadores de demanda y exportaciones.
«Particularmente, Entre Ríos presenta muy destacados indicadores de demanda, mucho más dinámicos que el promedio de la región», se señala, al explicar que «la provincia se muestra como la de mayor dinamismo en los indicadores de demanda, muy encima de los promedios de la región». En ese sentido, sobresalen el patentamiento de autos y el consumo de cemento. En los parámetros de actividad se evidenció un comportamiento favorable con un marcado impacto oleaginoso.
El informe, si se mira con atención y se lee con esmero, da cuenta también de lo pendiente. En cuanto a los indicadores de empleo e ingresos, la tasa de actividad en Entre Ríos (44,6%) para el tercer trimestre de 2010 fue algo menor que el total nacional (45,9%) y, en general, fue la más baja de la región central luego de Ciudad de Buenos Aires (53,9%), Buenos Aires (47,1%), Córdoba (45,7%) y Santa Fe (46%). La tasa de desocupación fue del 9,2%, al igual que en Buenos Aires, mientras que en Santa Fe fue del 8%, en Córdoba del 7%, en Ciudad de Buenos Aires del 5,5%. El total nacional fue del 7,5%.
Para Entre Ríos el trabajo refleja cierta evolución entre los terceros trimestres de 2009 y 2010: creció la actividad en el mismo nivel que la desocupación (2,8%), aumentó el empleo registrado en un 3,4% y la remuneración neta (sin contar la depreciación de la moneda) fue mayor en un 29,8%. En tanto, bajó levemente la pobreza (1,5%) y la indigencia (0,5%).
El informe refleja también los indicadores fiscales. El 59% de los ingresos totales para Entre Ríos fueron recursos de origen nacional, contra el 17% de fondos generados por tributos provinciales. En ese sentido, el mejor desempeño le corresponde a la Ciudad de Buenos Aires, con recursos propios que llegan al 83% de los totales. En tanto, Buenos Aires se autofinancia en un 48%, Córdoba en un 30% y Santa Fe en un 29%.