Entre dos realidades

En cuanto al bolsillo y el estómago:

Los votantes de Alberto Fernández son los que más complicaciones económicas tienen, más de la mitad de ellos no llega a fin de mes y el 84% percibe ingresos inferiores a los que estableció el INDEC como Canasta Básica Total (CBT) de una familia tipo -pobreza-.

Los votantes de Mauricio Macri son los que menos complicaciones económicas tienen, sólo el 14 % de ellos ven dificultoso sus posibilidades de llegar a fin de mes y poco menos de la mitad del total de sus votantes tienen capacidad de ahorro de sus ingresos mensuales.

En cuanto a las intervenciones cívico militares en democracia:

 Los votantes de Alberto Fernández en un 89,5 % rechazan en cualquier caso todo tipo de intervención militar ante crisis institucionales, económicas o de corrupción. Un 94,6 % considera, además, que se deben priorizar las buenas relaciones con los países de la región para fortalecer la “Patria Grande”.

Los votantes de Mauricio Macri en un 74,8 % se muestran a favor de que las Fuerzas Armadas intervengan en crisis institucionales, hechos de corrupción, mal manejo de la economía, fraude electoral o falta de representación. A su vez el 78,5 % tiene preferencia por profundizar la relación con los Estados Unidos.

Estos datos no son para ahondar ninguna grieta ni para señalar a unos como buenos y a otros malos, simplemente son el reflejo de una realidad compleja en lo social. Es la clara muestra del país que deberá gobernar Alberto Fernández desde el 10 de diciembre transitando este tiempo entre dos realidades (las expresiones de demanda social inmediata por un lado y de intervenciones por otro), conviviendo en las diferencias, demostrando en el frente externo que el cumplimiento de los compromisos asumidos en materia económica serán honrados pero también dando respuesta inmediata a una demanda apremiante que tiene su origen en el estómago de muchos.

Porque la Patria es un Don y la Nación una Tarea, el tiempo que viene será materia de todos poder convivir en las diferencias, aceptar los pensamientos disimiles, referenciándonos mutuamente pero fundamentalmente superar este momento crítico en materia económica y social, respetando a las instituciones y consolidando una democracia fundada en los valores de la verdad y la vida, la justicia y la solidaridad, el amor y la paz.-

Fuentes: El Cronista / Perfil / Página12

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