“Los peronistas somos los que mayor responsabilidad tenemos en esta hora histórica, por eso tenemos que estar unidos y fortalecer el trabajo militante en todos los frentes”, dijo Cresto. “Desde el 31 de agosto la sede del Partido será el lugar donde los distintos sectores y las fuerzas políticas del Frente para la Victoria coordinarán y definirán las acciones que permitan un rotundo triunfo del peronismo en las próximas elecciones”, indicó luego.
Para el jefe del bloque de senadores peronistas lo importante es “estar a la altura de las circunstancias y saber bien cuáles son nuestros objetivos. No solo tenemos que ganar en Concordia para que podamos continuar el trabajo de Gustavo en el municipio y llevar a los hechos todas las propuestas que tenemos, hay que militar para hacer en Concordia la diferencia que le garantice al compañero Bordet llegar bien la gobernación y desde acá tenemos que ayudar a que la fórmula presidencial que encabeza Daniel Scioli llegue a la presidencia”, argumentó Cresto.
En el mismo sentido, el candidato a intendente del peronismo valoró “la madurez política” de los precandidatos que participaron de la interna del Frente para la Victoria. “Al otro día de las elecciones hubo desde Concordia un fuerte mensaje a unidad a todo el peronismo cuando vinimos al Partido todos los compañeros que fuimos adversarios en la interna proclamando la unidad y fortalecimiento del peronismo. Esta es la consigna a cumplir y profundizar y, por eso, desde este Comando Electoral se articulará el trabajo en conjunto de todos los sectores del peronismo en esta campaña”.
De la actividad en la casa peronista participaron dirigentes y referentes de distintas agrupaciones, militantes de espacios juveniles y candidatos a concejales. También estuvieron los sindicalistas Ivan Alalí y Ramón Dolores Luna; el ex precandidato a intendente Miguel Gallo y el presidente de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, Juan Carlos Cresto, entre otros.
Se proyectaron documentales sobre la vida de Eva Perón y el Cabildo Abierto Peronista de 1951, cuando una plaza colmada se manifestó a favor de la candidatura de Evita a vicepresidenta acompañando al general Juan Domingo Perón en las elecciones de noviembre de ese año. El acto organizado por la CGT, uno de los más grandes y recordados del peronismo, finalizó con el pedido de Eva de tomarse unos días para meditar la decisión, si bien ya antes había dicho a la multitud “yo no renuncio a mi puesto de lucha, renuncio a los honores”. El 31 de agosto, finalmente Evita anuncia por radio su determinación de no aceptar la candidatura.
