El ex jefe departamental de Policía de Concordia, Hugo Rodruiguez, hechó por tierra las afirmaciones del Ministro Sergio Urribarri, quien había denunciado que uniformados que se identificaban con la gestión de Montiel trataban de entorpecer la investigación.
En realidad fue un ex policía identificado con el bustismo el que hizo vivir un extraño episodio a los padres de Fernanda Aguirre.
La familia de San Benito viajó este fin de semana a Concordia, convocados por el ex jefe departamental, comisario retirado Hugo Rodríguez. El alto oficial les prometió el rápido esclarecimiento del caso a cambio de ser propuesto como jefe de Policía, en reemplazo de Ernesto Geuna y del pago de la recompensa a su asistente, Roberto Moisés Chorne, imputado de varios delitos en Concordia y provincia de Buenos Aires, según se indicó a ANALISIS DIGITAL. Rodríguez viajó a Paraná a reunirse con Busti ayer a la tarde y ello provocó la molestia del gobernador, quien llegó a la conclusión de que el comisario no tenía mayores elementos y sólo buscaba un objetivo político y económico, ya que Chorne -que también vino a esta capital- no dudó en reclamar los 100.000 pesos de recompensa ofrecidos por el Ministerio de Justicia de la Nación.
El llamado de Busti
Busti se enteró del viaje a Concordia del matrimonio Aguirre ayer a la tarde. En horas de la mañana se sorprendió cuando al llamar, para realizar la tradicional visita de los domingos, se enteró por una de las hijas de que los padres de Fernanda habían viajado «en horas de la madrugada», aunque la chica desconocía el destino. A la tarde, tanto el secretario de Seguridad, Justicia y Derechos Humanos, José Carlos Halle, como el titular de la Oficina de Atención Víctima, Walter Carballo, se enteraron por los padres de Fernanda que querían reunirse «a solas con el gobernador».
Así fue que Busti recibió al matrimonio Aguirre en Casa de Gobierno a las 16. Los padres de Fernanda le dijeron que habían estado en Concordia y le pidieron que ubique al frente de la investigación del caso al ex jefe departamental, Hugo Rodríguez, quien ocupara tal cargo en la segunda Gobernación de Busti y no tuviera lugar en la administración de Sergio Montiel, pese a que lo reclamó. Al parecer, los padres de la chica de San Benito le dijeron que Rodríguez tenía elementos concretos para entender que la desaparición de Fernanda era «consecuencia de la interna policial» y que la pequeña se encontraría recluída en una quinta ubicada en las afueras de Concordia.
Busti ordenó que esta mañana llegue Rodríguez a Paraná, pero en principio no lo pudo atender. El policía sí estuvo a solas con el ministro de Gobierno, Justicia y Educación, Sergio Urribarri, quien por tal situación no pudo estar en el acto de asunción de Leonor Pañeda como vocal del Superior Tribunal de Justicia (STJ). No obstante, Rodríguez se reunió luego con el gobernador y llegó acompañado por Roberto Chorne, un personaje de Concordia, cuestionado por varios episodios delictivos tanto en la provincia como en la provincia de Buenos Aires. Chorne no dudó en reclamarle al gobernador que no solamente tenía que ponerlo al frente de la investigación del caso a Rodríguez, sino que, además, debía ser el relevo inmediato del jefe Ernesto Geuna. Además, le reclamó a Busti que gestione los 100.000 pesos de recompensa, ofrecidos por el Ministerio de Justicia de la Nación, por lo cual el gobernador le exigió que se retire del despacho.
Los antecedentes de Chorne
Tal como informara en exclusiva DIARIO JUNIO, Roberto Moisés Chorne nació en Concordia el 17 de octubre de 1966 y antes de cumplir los 18 años ya lo habían detenido por haber incurrido en el hurto de un automotor, un delito por el que recuperó su libertad, amparado en su minoridad. Seis años después nuevamente ingresaría detenido a una dependencia policial, esta vez por la usurpación de una propiedad privada. Un delito menor si se lo compara con la tentativa de robo calificado por el que sería apresado dos meses después, el 25 de abril de 1990.
Diez años después, Chorne se fue a vivir a la ciudad de Berazategui, provincia de Buenos Aires, donde era reconocido como un dirigente de peso en la filas del menemismo. Por aquella época, el entonces dirigente político, pregonaba a los cuatro vientos “una reseña histórica de lo mucho y bien que nos hizo a todos Menem en sus dos mandatos (sic)”.
Chorne ya no robaba autos, por entonces administraba 40 centros de ayuda social, donde los necesitados de Berazategui “acudían en busca de alimentos, ropa, remedios. Los cuales eran entregados por toneladas”. Por entonces el centro de operaciones del dirigente era un lugar llamado “Copadísimo”, una bailanta ubicada en Avenida 14, esquina 130, en la localidad bonaerense. Ese era el punto de encuentro para los 160 punteros que conformaban su “equipo de trabajo”.
Fue a principios de 2000 cuando Roberto Chorne funda el PPD (Partido Político de los Desocupados). La nueva fuerza nació en Berazategui y se proyectó a toda la provincia de Buenos Aires, con el respaldo del dirigente Herminio Iglesias. El mismo que en 1983 quemó el ataúd de la UCR, en el marco de su campaña como gobernador. Para finales de 2001, Chorne se presentaba como “la cara nueva de la política” y promovía su candidatura a intendente. Siempre encuadrado en la filas del “menemismo” que enfrentaban al “duhaldismo”. Entre las propuestas del candidato figuraba la construcción de un “kartódromo internacional”, con el que prometía convocar “entre 15 y 20.000 personas todos los fines de semana”, lo que repercutiría en “mano de obra para hacer restaurantes y albergues para turistas”.
Chorne regresó este año a Concordia y fue uno de los aliados de Juan Carlos Blumberg hasta que por un informe de DIARIO JUNIO se conocieron públicamente sus antecedentes, por lo cual no pudo seguir pregonando «la mano dura» que reclamaba.