ENERGÍA: Los industriales entrerrianos reclaman un programa más integral

En ese sentido el dirigente destacó que “los números indican que, trimestre a trimestre, la actividad económica no ha dejado de crecer”. Inmediatamente después, refirió que “en los 90 hubo una capacidad instalada que nunca pudo ser aprovechada hasta que no se salió de la Convertibilidad; se inicia allí un proceso de expansión, sobre todo en el sector agroalimentario, que deriva en máximos requerimientos de gas natural y electricidad; la alta demanda deja al descubierto índices de agotamiento en la estructura energética”.
Aunque con asistencia extranjera, se superó el sofocón veraniego; ahora, con los ríos bajos y la actividad hidroeléctrica menguada, el cuadro se complica. Entiende Motta que “el problema no tendrá solución en el corto sino en el mediano plazo” y que, mientras tanto, deberá iniciarse una “etapa de sinceramiento” que busque corregir los desbordes en el consumo doméstico. “A los fines de preservar el costo de la canasta familiar, no veo mal que se subsidie la factura para consumos de entre 200 y 300 kw, pero por encima debiera producirse un recargo que acompañe el hecho de que ciertos gustos, cierto confort puede darse sólo si se accede a determinados ingresos y, entonces, por encima de un piso, hay que pagar por la energía lo que la energía cuesta”.
Motta agrega a esta iniciativa, una más. “Las industrias debemos hacer el gesto de no producir o disminuir sensiblemente el ritmo de trabajo en las horas de demanda pico, al menos durante la emergencia, pero también aportar inversiones para modernizar los equipos para achicar la demanda”. Paralelamente, “hay que hacer una campaña intensiva a nivel del consumidor domiciliario, para encender lo indispensable pero además para ir produciendo el recambio de lámparas por otras de bajo consumo”.
Sobre el alumbrado público, Motta subrayó fundamentalmente el extendido en autovías y autopistas. También allí propone que se encienda una de cada dos luminarias, entre las 0 y las 6 horas.

Daños y perjuicios

“Veníamos avisados de esta situación desde 2006; algunos fuimos comprando generadores de energías y es probable que podamos estar colaborando haciéndonos cargo de alimentarnos durante una o dos horas y aliviar el sistema”, señaló Motta, no sin agregar que “de cualquier modo, debiera haber un premio para quien autogenere”.
“¿Las restricciones energéticas han obligado a las empresas a incumplir contratos?”, preguntó esta Hoja. “Diría que estas situaciones sobre todo frenan a futuro las situaciones de crecimiento, como cualquiera entenderá”, expresó el dirigente antes de indicar que “si se aplica la serie de medidas que proponemos, lograremos superar la coyuntura, pero está claro que todas estas dificultades sensibilizan a la hora de decidir instrumentar inversiones a futuro, ya sea entre quienes están pensando en instalar una industria o en producir una ampliación”.
Para Motta, “allí deben aparecer los gestos del gobierno nacional en la planificación del mediano y largo plazo, con soluciones pensadas para los cuatro, ocho y doce años”.
“¿Es ilusorio pensar que los empresarios entrerrianos y Enersa pueden ser socios en explorar en la fase de generación?”, se consultó. “Nada es fantasía, hay que sentarse en mesas comunes donde las partes podamos buscar salidas, involucrando a las universidades que tienen que ver con la especialidad”, sentenció.

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