Romano, de 24 años, padecía de trastornos sicológicos (síndrome de Asperger), por lo que necesitaba permanente medicación, y no era la primera vez que se ausentaba de su hogar sin rumbo fijo.
De contextura física robusta y 1,75 metros de altura, Romano se ausentó la vez postrera vistiendo un pantalón tipo joggin, chomba verde, campera reversible verde clara, zapatos blancos y gorra verde, los que sirvieron a sus familiares para identificar las prendas encontradas como las suyas.
El cadáver fue hallado en un sector de difícil acceso debido a la forestación y la maleza existentes, a unos mil metros del borde del kilómetro 278 de la ruta nacional 14, en una zona conocida como Santa Amelia.
Respecto al macabro hallazgo, el subjefe Departamental de Policía, comisario inspector Gustavo Horacio Maslein, señaló que “alrededor de las 10, la Comisaría de La Criolla tomó conocimiento, por intermedio de un vecino, quien se encontraba haciendo un recorrido en su campo, una forestación, en la que había vacunos, de que se habían encontrado restos humanos, había huesos”.
Finalmente, estimó que “por los datos que teníamos, (a Romano) lo habían visto por la ruta 15, en primera instancia, el mismo día de desaparición, a las 24 horas de desaparecido y por lo poco que pudimos saber, supuestamente, esa noche puede haber dejado de existir, teniendo en cuenta las condiciones climáticas del mes de julio”.
