El arma de fuego fue hallada por unos chicos de entre 10 y 12 años que recorrían el lugar, cuando advirtieron que de un tajamar sobresalía un objeto metálico. De inmediato se acercaron y tras remover un poco la tierra, dieron con el elemento mencionado. Rápidamente dieron aviso a sus padres, y estos a la policía local, habida cuenta de que se sabía hace tiempo que se buscaba ese objeto en el marco de las investigaciones por el crimen de Busatto.
De acuerdo a fuentes policiales, personal de la fuerza ya había buscado en el lugar donde finalmente fue hallada la escopeta, pero en esas ocasiones, el mismo estaba cubierto de agua. La falta de precipitaciones y el clima seco de estas últimas semanas habría dejado al descubierto el elemento.
Vale aclarar que esa escopeta fue denunciada como faltante por los familiares de Busatto (en una quinta de Colonia Villa del Rosario) y rápidamente se convirtió en principal objeto a rastrear, ya que se presume que el autor del asesinato del sexagenario habría intentado venderla en la zona tras hacerse con ella, lo que –de mediar pericias dactilares positivas- lo vincularía estrechamente al hecho.
Mario Busatto fue encontrado muerto el domingo 17 de febrero en horas de la mañana en la humilde vivienda donde moraba en una estancia de Colonia Villa del Rosario. Estaba, al momento de ser hallado por un arrendatario del campo del cual el occiso era propietario, con los brazos hacia atrás, atados con un cable, y boca abajo. Su cuerpo estaba en avanzadísimo estado de descomposición, al punto tal de que solo después de la autopsia que se le realizó en Concordia se pudo conocer cuales fueron las causas de su deceso. De acuerdo a fuentes oficiales, el sexagenario habría recibido fuertes golpes a la altura del tórax, provocándole severas lesiones, las que –sumadas a un frágil estado de salud por el que atravesaba- provocaron una insuficiencia respiratoria que determinó su deceso, no sin antes agonizar por lo que se cree fueron varias horas, tras recibir los impactos.
