Los científicos, que trabajan en el Museo de la Ciudad de La Plata, ordenan las actividades de estudiantes provenientes de esa ciudad bonaerense y de alumnos de la carrera de Arqueología de la Universidad Nacional de Rosario.
En Los Tres Cerros
Según indicó a UNO el arqueólogo Bonomo, hace más de 20 días que están ubicados en la zona conocida como los Tres Cerros, donde realizan excavaciones en un terreno de 10 metros cuadrados, y allí encontraron una importante cantidad de material óseo y cerámico. Cabe destacar que el trabajo es continuidad de la tarea que el grupo viene desarrollando en las islas del Departamento Diamante y Victoria.
Bonomo sostuvo que se quedarán en el lugar unos días más y anunció que existe la posibilidad de que regresen en noviembre o diciembre.
“A mediados del siglo XX ya hubo gente que excavó en el lugar y sacaron esqueletos humanos, pero nunca se hizo un estudio sistemático como el que se lleva a cabo ahora”, explicó el científico.
También destacó que se trata de un sitio muy interesante, en el que aparecen gran cantidad de piezas de alfarería, cerámica y restos de ollas que usaban los grupos prehispánicos para preparar sus alimentos. Enumeró también que descubrieron en material cerámico varias representaciones clásicas de animales: apareció la cabeza de una víbora, apéndices de aves, representaciones de loros y aves tipo rapaces.
Hallaron además dos campanas: una muy fragmentada y otra más completa. “No se conoce la utilidad que tenían para los grupos estos elementos, pero aparecieron siempre, por lo que se supone que eran elementos que tenían un carácter especial para ellos, y los depositaban junto a sus muertos como una especie de ofrenda”.
Bonomo agregó que en estos días también encontraron algunos dientes aislados mezclados con el resto de material faunístico, que es muy abundante y tiene buena preservación.
El científico dijo que en 2008 estuvieron excavando en el Parque Nacional Pre Delta y los restos óseos estaban en un estado muy malo de preservación con relación a esta zona. “Por lo que acá se logró recuperar mucho material, especialmente hay abundancia de restos óseos de peces y roedores medianos como la nutria, como también se recuperaron huesos más grandes que se analizaran en laboratorios”, dijo, y agregó que “a través del estudio de la alfarería rescatada se puede lograr mucha información”.
En este sentido, indicó que en primer lugar se analizan las técnicas de elaboración de esos elementos, cómo se hacían, cómo eran los hornos, dónde las hacían, cómo fue armada la vasija, si con rodetes con chorizos o modeladas con masas más grandes. También se puede analizar si a la cerámica le agregaban algún tipo de elemento para que tuviera una mejor cocción.
Una vez realizada la vasija se puede ver qué tipo de elementos se cocinaban allí, se hace un estudio de las micropartículas que tienen algunas plantas que cocinaban, como son los almidones y los fitolitos que se preservan, lo que permitió analizar las costumbres alimentarias de los grupos aborígenes.
Detalló que se lograron resultados de otros sitios del área y que se identificó junto con un equipo de botánicos del Museo de La Plata y de Colombia la presencia de almidones de plantas cultivadas como el poroto y el maíz.
Detalles del procedimiento
Bonomo detalló cómo se realiza el trabajo de campo, sosteniendo que lo primero que se hace es una prospección general del área: se recorrieron varios lugares de los cuales se marcaron 52 sitios con posibilidades de ser explorados.
El potencial arqueológico del área es muy importante, por lo que luego de recorrer los lugares se tomaron muestras superficiales y se comenzaron a hacer sondeos (es decir una excavación pequeña en un terreno de 50 centímetros por 50 centímetros).
“Con esos resultados se evalúa el tipo de material que hay y se comienzan a excavar áreas más grandes. Aunque ahora estamos excavando una área relativamente pequeña (de 10 metros cuadrados) en relación al cerro, que es muy grande, pero de importante cantidad de material”, detalló el consultado.
Después, según el procedimiento se inicia con el trabajo del terreno en forma sistemática, por capas y por espacios más reducidos. “Una vez rescatado el material se envuelve y se lleva a La Plata, allí se analiza durante un tiempo y luego se traslada al museo de Ciencias Naturales y Antropológicas Profesor Antonio Serrano de Paraná, que es la autoridad de aplicación de la ley y el material queda donde lo disponen desde allí”, indicó el arqueólogo.