La ordenanza que entró en vigencia fue generada en el ejecutivo y enviada al concejo deliberante para su tratamiento correspondiente y el propósito es contar con una normativa que posibilite asegurar el mantenimiento de los programas y medidas sociales del gobierno municipal, dirigidos a paliar la complicada situación económica que afecta a numerosos sectores considerados más vulnerables de la población.
Monjo refrendó este viernes el decreto que pone en vigencia dicha ordenanza que se extiende hasta el 31 de diciembre próximo. Por la misma se autoriza la resignación y transferencia de partidas presupuestarias que garanticen el cumplimiento de la medida.
Durante estos días la jefa comunal viene manteniendo reuniones con funcionarios de diversas áreas a efectos de implementar la norma, tal cual se anunció oportunamente. Se ha establecido la suspensión de nuevos contratos de recursos humanos, solo renovando aquellos que se encuentren vigentes. Frente a la caída de la coparticipación, la Municipalidad realizará todos los esfuerzos necesarios para que no se resienta la prestación de los servicios básicos, como recolección de residuos, provisión de agua potable, servicios de cloacas, alumbrado público, y limpieza.
En cambio, se deberán retrasar los plazos de las diferentes obras públicas que lleva adelante con fondos propios, y también demorará el inicio de otras que eran previstas comenzar en los meses venideros.
