Ante un posible corte de rutas, afirmó que el gobierno uruguayo tendrá que tomar «algún tipo de acción», pero «esperemos que las empresas recapaciten» y «adviertan hasta donde el Uruguay ha sido coherente en el cumplimiento de los compromisos contraidos y que admiten un gesto de un plazo mayor que nos permita salir pacificamente de este diferendo sin apelar a vía jurisdiccional».
La cumbre de los presidentes «ha quedado, en este momento, postergada porque uno de los elementos que la hacían viable (…) es que la empresas tuvieran el gesto de buena voluntad de suspender transitoriamente la ejecución de las obras para permitir un trabajo conjunto de una comisión binacional para la evaluación del posible impacto ambiental», sostuvo.
El secretario de Presidencia lamentó que la empresa Botnia emitiera hoy un comunicado en donde se anunció la suspensión de las obras de su planta de celulosa por diez días, con el fin de «contribuir a generar un espacio de diálogo entre los gobiernos de Uruguay y Argentina».
Fernández explicó que la detención por diez días «ha sido considerado insuficiente por las autoridades argentinas porque no alcanza para llevar acabo el estudio».
Desde el comienzo, Argentina pretendía una suspensión de obras de 90 días como fruto de la negociación llevada adelante por Presidencia y por Cancillería, sostuvo.
Los obreros de Botnia no trabajarán en la planta a partir del 7 de abril y retomarán las tareas el 18 del mismo mes.
«Botnia continuará facilitando toda la información disponible referente al proyecto y a las condiciones de la futura operación de la planta», agrega el comunicado de la empresa.
La planta de Botnia supone una inversión de 1.000 millones de dólares, la más importante en la historia del país. Según informa la empresa aumentará el Producto Bruto Interno en 1,6 % y creará directa e indirectamente aproximadamente 8.000 empleos.
