La altura de los pastizales casi rebasa a los bancos ubicados para sentarse dentro del paseo lineal. Además se acumulan las hojas de palma debajo de los portones de ingreso. “En el parque lineal del arroyo Concordia hay una mugre espantosa, hay gajos de palma tirados”, acotó un vecino del lugar, el ex concejal Eduardo Miranda.
La situación de los espacios públicos fue abordada recientemente en el Concejo. El miércoles pasado, los secretarios de Medio Ambiente y Obras Públicas, Belén Estévez y Luis Benedetto respectivamente, concurrieron al Concejo Deliberante debido a la cantidad de minutas presentadas por los ediles sobre el estado de algunos espacios verdes además de los microbasurales.
La concejal Claudia Sanabria (FPV) indicó que ambos funcionarios trajeron un informe acerca de cómo iban arreglando las cuestiones suscitadas. “Uno de los graves problemas que tenemos es el vandalismo porque lo que se arregla muchas veces se rompe y el tema del pastizal se da porque hay mucha lluvia y el mantenimiento tiene que ser muy constante y por ahí los tiempos no dan”, indicó la edil.
Por otra parte, Sanabria señaló que el municipio está realizando un relevamiento de los terrenos privados abandonados. “Se está intimando a los dueños a que lo limpien sino el municipio se haría cargo de limpiarlo”, dijo. Respecto de la cantidad de minutas presentadas, dijo que de esa forma se deja constancia por escrito de las necesidades que los concejales observan cuando recorren los barrios. Es que muchas veces trasladan las inquietudes a los funcionarios en forma oral pero a veces se las olvidan y no se cumplen.
Por otra parte, la ordenanza establece que el paseo “deberá estar abierto en horario diurno de 08:00 a 19:00 y permanecerá cerrado en horario nocturno”. No obstante, los accesos están clausurados las 24 horas y restringido a algunos vecinos que poseen las llaves. El motivo aludido es el de seguridad y razón no les falta teniendo en cuenta los lugares donde la altura de los pastizales sirve para que una persona pueda ocultarse o esconder algún objeto hurtado.