Además, el directivo explicó que el medio millar de socios que se acerca por día solo a gestionar en los boxes de ‘gestión de cobro’ se juntan con quienes aciden a pagar y eso reduce los espacios dentro de la sede de Urquiza y 1º de Mayo. hay días que está realmente atestada. “Tratamos de mejorar la sede para dar un mejor servicio, pero 500 personas que vienen solamente a hacer la gestión de ver cómo pagar la factura es una situación bastante complicada”, dijo.
Más adelante, explicó que siempre intentan dar un plan de financiación hasta en ocho cuotas a los usuarios residenciales sin intereses. “Vamos a seguir acompañando al socio porque creo que debe tener una salida”, dijo Russo.
Mientras tanto, del otro lado del mostrador, a la CEC la “matan con los intereses de plaza”. “Yo fui personalmente a hablar con el secretario de Energía, con Cammesa. Entre las facturas de enero a febrero el aumento nuestro del 37 % fue de $ 60 a $ 76 millones. Esos $ 16 millones pedimos pagarlos en cuotas sin intereses. Pedimos tres cuotas y nos salió $ 3,5 millones agar en tres cuotas”, dijo.
De todas formas, Russo sostuvo que las tres distribuidoras de la provincia (Enersa y las Cooperativas de Concordia y Gualeguaychú) están al día con Cammesa mientras que en otras provincias se adeudan cifras cercanas a los $ 4.000 millones.
Respecto del retiro de medidores, dijo que se quitan cerca de 60 medidores por falta de pago por día de lunes a jueves. Muchas veces, dijo el vicepresidente, la gente no le da importancia al aviso. Sin embargo, cuando llegan los operarios “con la tijerita” la gente “se desespera”. La mayoría luego acuerda el pago de la deuda y la devolución del medidor. En consecuencia, solo 15 o 20 usuarios no vuelve para que le conecten nuevamente la luz.
Por otra parte, dijo que congelar las tarifas no es una salida acertada en el tiempo. “Ya lo tuvimos y no dio resultados”, remarcó. Ni el aumento desmedido de un día para el otro y, menos aún en fechas claves como sucedió en 2016, 2017 y 2018, en los meses de máxima demanda como diciembre, enero y febrero. La mejor opción sería un camino intermedio teniendo como parámetros la inflación y las paritarias.
Russo admitió que el congelamiento es beneficioso para el socio mientras la empresa debe hacer frente a las paritarias de los trabajadores. De marzo del año pasado a febrero de este año debieron pagar los sueldos con un 46 % de incremento. Y ya se estipuló un 24 % de incremento escalonado para los próximos meses. “Por otro lado el combustible que al otro día (de la conferencia de prensa llevada a cabo el jueves pasado) subió”, dijo. Además, indicó que el 90 % de los insumos está en dólares. “Sube el dólar; nos suben los insumos”, dijo. “No hay una situación en que se beneficie el usuario y no se perjudique la distribuidora”, añadió.
Al día siguiente de la conferencia, Russo confirmó que desde la gobernación le confirmaron que se harán cargo, a través del ministerio de Economía, de la diferencia entre el congelamiento de la tarifa provincial para los usuarios no residenciales (comercio, industrias, oficinas públicas, etc.) y la tarifa que les cobra Cammesa que no contempla congelamientos en esos sectores. Además, seguirá vigente el cuadro tarifario que regía el 30 de abril hasta el 31 de julio. Y se mantendrá la tarifa social eléctrica durante mayo, junio y julio para los beneficiarios de la misma, que la Nación dejo de reconocer desde diciembre del año pasado.
De cualquier forma, Russo se preguntó que va a pasar con las tarifas luego de terminado el plazo del congelamiento de tarifas. “¿Vamos a empezar otra vez con la quita de subsidios? Si se puede hacer paulatinamente con respecto a la inflación”, indicó. Mirando hacia atrás, dijo que en 2016 la gente pagaba un 10 % del valor del costo de la energía. “Al estar barata la gente la gasta. Al estar pagando un 10 % del valor que le costaba al Estado la energía, la gente la malgastaba. Después se vinieron los aumentos que se vinieron que realmente produjo una cantidad de usuarios que salieron del pago normal”, señaló.
Russo admitió que hay usuarios que no pueden pagar la luz ni otros insumos como el teléfono u otros insumos mínimos. “Por eso estamos viendo la forma de acompañar: no es nuestra intención ir a quitar medidores, pero si acompañar en una política como darles ocho cuotas”, sostuvo. No obstante, admitió que hay quienes, por más que les den 30 cuotas, no van a volver al circuito formal.
Y también mencionó el caso de quienes se acostumbraron a no pagar la factura. “Tene en cuenta que el 53 % de los socios residencial pagan menos de $ 1.500 por mes y el 25 % paga menos de $ 800 de 49,000 socios residenciales, no son cifras impagables. Pero el que hizo un mal uso o dejo nueve meses sin pagar, ahí sí que se le torna impagable y sin solución”, dijo.