En Paraná homenajearan esta noche a Monseñor Angelelli

El acto tendrá lugar esta tarde a las 19.30 en el Auditorio Amanda Mayor de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER), sito en Avenida Ramírez 1.114 de Paraná, que tendrá a Alfieri como uno de los oradores. Además, se proyectará un documental y habrá un espacio abierto para quien desee expresarse: “Queremos rescatar su legado porque Angelelli no quería ser una figura de estampita”, dijo al programa A quien corresponda (Radio Del Plata Paraná).
“Hablé muchas veces con Angelelli”, recordó Alfieri, quien desempeñaba su actividad en La Rioja y destacó que “lo más lindo que tenía eran sus palabras y acciones”, al tiempo que apuntó que su trato personal era “increíble porque te decía buen día y la jornada mejoraba. Es una de los mejores cosas que me pasó en la vida”, acotó.
Monseñor Angelelli nació en la ciudad de Córdoba el 17 de julio de 1923. Fue ordenado sacerdote en Roma el 9 de octubre de 1949. El Papa Juan XXIII lo eligió como obispo auxiliar de Córdoba y Paulo VI lo designó como obispo de La Rioja, cargó que ocupó desde el 20 de agosto de 1968 hasta su muerte en un confuso accidente.

Beso en el anillo

Alfieri rememoró que “su llegada a La Rioja fue muy intensa porque cayó una sociedad de
relaciones feudales que tenía un obispo anterior que te extendía la mano para que le besaras el anillo, de manera que Angelelli se convirtió en un dirigente y un referente que rompió el
escenario de resignación colectiva que reinaba en la provincia”, recordó. Además, dejó sentado que “lo que sucedió con Angelelli es una de las vergüenzas de la Iglesia”, aunque
destacó que “la causa judicial se está moviendo y hoy declara el ex cura Arturo Pinto, que
lo acompañaba en la camioneta”.
El periodista recordó que “la actitud que tenía la Iglesia en esa época era la de tratar al obispo como un sarnoso, lo llamaban Satanelli”, al tiempo que aclaró que “hay que ubicarse en aquella realidad, en la que si alguien faltaba cinco veces a misa, era comunista”.
También manifestó que el 4 de agosto 1976 se encontraba como preso político. “Cuando los guardiacárceles nos dieron la noticia de su muerte, lo recordamos con un recreo en silencio, para demostrarles que estábamos de duelo”, y añadió que “gracias al obispo el pueblo se sacudió, se despertó y vio sus propios problemas”.
Ese día, Angelelli manejaba una camioneta junto a uno de su auxiliares, Arturo Pinto, por una ruta provincial de esa provincia que une El Chamical con la capital del distrito. En la zona conocida como Paseo de Los Llanos, en una ruta despejada, a las 15.30, el vehículo sufrió el reventón de un neumático y cayó a la banquina para comenzar una serie de tumbos. Según las investigaciones realizadas por la policía local en los primeros meses de la dictadura militar, el prelado murió “en forma instantánea” producto de los golpes del choque, mientras que Pinto quedó herido. Sin embargo, el cuerpo de Angelelli fue encontrado en medio de la ruta, a más de 15 metros de la camioneta, boca arriba y con un fuerte golpe en la nuca.

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