La noticia generó malestar y preocupación entre los letrados que avivan la idea de perseverar en la sanción de una norma como la que rige en numerosas ciudades del país y de Entre Ríos, como Crespo y San José.
“Desde el Instituto repudiamos el accionar de los ediles de Paraná, porque teníamos su compromiso desde el inicio de la gestión, cuando el proyecto fue debidamente tratado y, a posteriori, estimábamos que sería aprobado”, le dijo a EL DIARIO la directora del Instituto de Derecho Animal, Karina Ozón.
“Entendemos que la iniciativa no se abordó con la seriedad que la cuestión amerita y probablemente no hubo voluntad política de que se saliera finalmente aprobado”, consideró.
En este sentido, marcó su desagrado por no haber sido convocados formalmente para asistir al recinto y defender la propuesta, esgrimiendo opiniones que habilitaran un debate “serio y constructivo”.
“Sin embargo, nos consta que los concejales mantuvieron encuentros con los integrantes de la Cámara de Empresarios de Fuegos Artificiales, que están recorriendo el país con el objetivo de desactivar estas iniciativas, que vienen siendo tratadas desde hace tiempo”, denuncio Ozón.
En este marco, anticipó que los letrados del Instituto “no vamos a claudicar en nuestro objetivo, que es la erradicación del uso de la pirotecnia en Paraná; con esta determinación, retrocedimos 10 pasos, pero seguiremos trabajando para que la norma sea una realidad”.
Consultada sobre los pasos que seguirá el Instituto Animal para lograr el propósito, Ozón sugirió que “el Concejo es una parte de la sociedad, vamos a ver qué ocurre con el Poder Ejecutivo municipal y con todos los organismos que tienen injerencia en la toma de decisiones, porque la actual gestión, durante la campaña electoral y en la asunción nos había ratificado su determinación de trabajar en este sentido”, recordó.
“Queremos lograr la erradicación definitiva del uso de pirotecnia y fue una promesa de campaña que el Intendente deberá cumplir”, enfatizó, recordando que durante el mandato de Blanca Osuna debieron recurrir a un amparo para que los concejales tomaran cartas en el asunto.
“No vamos a claudicar en nuestra pretensión. Se nos cerró la puerta del Concejo Deliberante, pero confiamos que el intendente Sergio Varisco hará valer el criterio de cumplir con lo que nos prometió en campaña; él tiene las facultades normativas suficientes para decidir que la norma salga, si es necesario, por decreto”.
En los fundamentos del proyecto se señalaba el uso de la pirotecnia y cohetería como una actividad de alto riesgo dado los numerosos accidentes que provoca esta práctica, como quemaduras graves, mutilaciones, pérdidas oculares y, en algunos casos, la muerte. El texto también aludía a los efectos negativos que la pirotecnia tiene sobre los animales, los que poseen una capacidad auditiva superior a la del ser humano, por lo tanto los estruendos que la misma genera les producen stress o situación traumática, palpitaciones y taquicardia.
“Esta es una cuestión que pretende otorgar mejor calidad de vida al habitante de Paraná. Nosotros nos ocupamos de defender los derechos de los animales, pero en la iniciativa se esgrimieron diversas posturas de numerosas personas que se ven afectadas por el uso de la pirotecnia, como niños con autismo, cardíacos, hipertensos, entre otros”, subrayó Karina Ozón.
Al respecto, recordó que recientemente el Concejo Deliberante de la ciudad de La Plata sancionó por unanimidad el proyecto que impulsaba la prohibición del uso de pirotecnia. “Lamentablemente nos enteramos que en Paraná se archiva el proyecto; son criterios de los gobernantes de turno, que son los que deciden darle mejor calidad de vida a sus habitantes, o no”, opinó.
Actividad de alto riesgo
En la presentación del proyecto, el Instituto de Derecho Animal había subrayado que la requisitoria se basaba en la prohibición que rige en gran parte del mundo. “En 20 estados de Estados Unidos y en ciudades como España y Holanda, también en Chile, está prohibida la fabricación y venta de artículos pirotécnicos. Consideran al uso de la pirotecnia y cohetería como una actividad de alto riesgo, dados los numerosos accidentes que se repiten año a año, sobre todo en épocas festivas, Navidad y Año Nuevo.
Son comunes casos de quemaduras graves, pérdidas oculares y en otros casos, acarrea directamente la muerte, alertaron.
Karina Ozón recordó a EL DIARIO que la Sociedad Argentina de Pediatría desalienta el uso familiar de pirotecnia por poner a los niños en contacto directo con una actividad de alto riesgo. También destaca los efectos negativos que tiene la pirotecnia sobre los animales, quienes poseen una capacidad auditiva superior a la del ser humano, por lo tanto, los estruendos de la misma, puede generar en ellos, palpitaciones y taquicardia. “No es antojadizo pretender que se legisle sobre este tema”, insistió la abogada.
“En nuestro país esta prohibición ya rige en varias ciudades de la provincia de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba y Tierra del Fuego, donde la prohibición rige desde 1970”, apuntó.
“En Paraná el desarrollo comercial de la pirotecnia es relativo y al margen de eso es peligrosa: el 80% de la gente que la manipula no es experta, consumió alcohol o es menor de edad y estos son datos del Renar. Si no fueran explosivos no tendría por qué regularlo este organismo”, acotó.