En las termas de Villa Elisa también escasean los turistas

“Lo que se ha hecho ha sido cortar horas extras que normalmente se venían haciendo o siempre se hacen porque el complejo está abierto los 30 días del mes y son muchas horas”, explicó Zalazar. Las principales perjudicadas son las empleadas que limpian los bungalows que trabajan por hora y son muy pocas las horas que trabajan este mes.
Es que de los 93 bungalows disponibles, hay muy pocos ocupados. “Creo que había algo de 40 personas alojadas; serían más o menos 10 o 12 bungalows. En el hotel creo que había 14 o 15 personas”, señaló. La ocupación sólo llegó al 50 % el último fin de semana largo.
En cuanto a entradas, en lo que va de junio se vendieron 4.200. “Normalmente un mes de junio completo ingresan 12.000 personas. Ya de por sí es un mes muy bajo y con el clima como viene, peor”, aseguró. Zalazar estimó que si se levantan los cortes de ruta y hay abastecimiento de combustible podrían llegar a vender 6.000 entradas hasta que finalice junio. Pero hasta ahora vendieron el 40 % de lo usual en junio.
A diferencia de Concordia, el agua no surge de una vertiente natural sino que debe extraerse mediante una bomba. “Hay una bomba que está trabajando durante todo el año y tenemos un gasto importante de electricidad”, expresó el encargado.
Pero el costo fijo más importante no es la energía eléctrica sino el personal. Hay 36 empleados en relación de dependencia pero muchos servicios como guardavidas, enfermería, limpieza están concesionados. Las termas de Villa Elisa son explotadas por una sociedad anónima pero el municipio tiene en su poder una parte del paquete de las acciones.
Lógicamente, las dificultades para transitar por la ruta 14, la principal vía de acceso terrestre a Buenos Aires, ahogaron a un complejo termal que depende en gran parte de los turistas capitalinos. “El 90 % son turistas que vienen de Buenos Aires. De Villa Elisa vienen pero muy poca la cantidad”, expresó. Para un turista, el ingreso vale $ 20; para un residente de Villa Elisa $ 7.
Las personas que están en estos momentos alojados en las termas “son jubilados o gente que no tiene que trabajar y no tienen muchos problemas en tener que volver para tal día”, aportó Zalazar.
Por último, expresó que para hacer frente a la situación debieron dejar de lado las inversiones planeadas. “Teníamos que hace un quincho y un local para recreación que no lo hicimos. Las pequeñas cosas de mantenimiento y demás no se están haciendo”, sostuvo. En cambio, aseguró que la construcción de un spa sigue adelante porque lo financian un grupo de socios que fundaron otra empresa.

Entradas relacionadas