El concejal Miguel Guitar (PJ) señaló que “actualmente las mutuales pueden descontar el monto que acordaron con el empleado, básicamente porque el empleado da el consentimiento para que le descuenten del recibo de sueldo”, indicó. En cambio, sostuvo que en el caso del IAPV, cuando se le otorga la vivienda al empleado, “no hay un compromiso escrito y firmado por parte del empleado para que se le descuente”.
En ese sentido, el concejal sostuvo que el descuento compulsivo por recibo de sueldo es una iniciativa que debería adoptar el IAPV para mejorar los índices de recaudación. “Les planteé que sería una iniciativa saludable para que arranque cobrando las cuotas cuando las tiene que cobrar sin tener que hacer el trabajo administrativo de ir buscando al deudor para que se ponga al día”, indicó.
El edil explicó que es un tema que le interesa a toda la sociedad. “Es un sistema solidario para que la casa que yo estoy pagando, a otro se le pueda construir”, indicó Guitar.
Respecto del proyecto que presentó tiempo atrás para restringir la tasa de interés y el porcentaje del sueldo que descuentan las mutuales, Guitar sostuvo que han trabajado en el tema en la comisión de gobierno y hacienda. “Hemos detectado que era tremendamente complejo fijar y controlar los intereses. Vamos a tratar de salir con la limitación del porcentaje que se puede aplicar a los préstamos. Tal vez no intervengamos en la tasa de quien pacta el dinero con quien lo recibe”, manifestó.
Por su parte, el director de la Regional Salto Grande del IAPV, Roberto Mazarello, sostuvo que en las últimas semanas repartieron 600 notificaciones a beneficiarios de viviendas en mora con el Instituto. Según explicó, mucha gente se acercó a reconvenir la deuda. “Muchos están reconviniendo nuevamente con las garantías como corresponde a la resolución en vigencia actual”, explicó. “Hay gente que está pagando la deuda atrasada al contado”, agregó.
Hasta ayer, Mazarello no tenía en sus manos la ordenanza que había sido aprobada en el Concejo. De todas formas, aclaró que el descuento no puede ser compulsivo. “Es una deuda pactada con cada adjudicatario”, indicó. En esa línea, recordó que en su momento, «cada adjudicatario prestó conformidad a que se les descuente del recibo de sueldo y por x motivo no se ha regularizado”, indicó.
En otras palabras, indicó que se requiere de la aprobación de los empleados públicos. “El descuento se hace con la conformidad de cada uno”, indicó. No obstante, también señaló que quienes tienen un crédito con el Estado, “se les debe practicar el descuento pertinente porque es como cualquier otro crédito con la banca privada”.
Sin números exactos, Mazarello sostuvo que en Concordia la cantidad de empleados municipales que habitan viviendas del IAPV es substancial. “Dentro de las normas nuestras de adjudicación y demanda, los empleados en cada uno de los barrios de demanda libre que hemos sorteado en estos últimos años tienen un porcentaje asignado. Eso hace a que tengamos un número importante”, manifestó.
“Este es un sistema solidario. Tenemos que ser solidarios entre todos”, dijo en otro párrafo, remarcando que la cuota que abonan los beneficiarios sirven para poder construir otras viviendas. “De esa forma podemos tener el colchón financiero suficiente como para poder ejecutar viviendas”, agregó.
Por su parte, el vicepresidente del Concejo Deliberante, Mariano Giampaolo, indicó que la ley provincial establece un mecanismo de “voluntariedad o aceptación previa”. “Después hay muchas variables para hacerlo. Depende de cómo se aplicará. Me parece que es una discusión más de tipo administrativo”, apuntó.
Otra interpretación es que todo aquel beneficiario, al suscribir un plan de cuotas, “está dando una voluntariedad de pago en la misma que será cuestión de los sectores legales que deberán analizar en cada uno de los casos que alcance tiene”, opinó.
No obstante, descartó que surgirá voluntad de pago de parte de la gran mayoría de los adjudicatarios. “Si tienen un sueldo público acorde, una de las prioridades deber ser el pago de la casa”, explicó Giampaolo.
Respecto de la prioridad de las mutuales a la hora del descuento, el edil puso en duda que efectivamente, de ahora en más, sean las primeras en la fila. “Ahí radica la inteligencia de esta medida: así como las mutuales pueden descontar sus créditos, rápidamente el IAPV va a poder descontar las financiaciones que dio. Esto va a poner un criterio de igualdad”, indicó.
Por último, rescató la finalidad del convenio que apunta al recupero de las cuotas de los planes. “En Concordia, varias miles (viviendas) se han construido en éste último tiempo y a veces se registran niveles de morosidad muy altos. En algún momento, de más del 50 %”, señaló. Esa caída de la recaudación incide directamente en la imposibilidad de edificar nuevos barrios.
Y sostuvo que, para muchas familias de clase media no logran el acceso al crédito hipotecario comercial, el IAPV es casi la única opción. “Recordemos que son tasas blandas, subsidiadas”, manifestó.