“Hay muchas escuelas que tienen alarma pero tienen alarma en un sector. Los sectores tal vez más importantes donde están las cosas de informática y donde está el área de gobierno que es secretaría, dirección y algún aula donde hay servidores y demás”, expresó Dri.
En tal sentido, señaló a la escuela N° 74. “Desde hace unos años tiene una alarma pero es de un sector donde originalmente estaban las computadoras que vinieron para un programa de primaria pero no en el resto de la institución”, manifestó. Quienes ingresaron a la escuela conocían ese dato. Por ende, no ingresaron a ese sitio puntual.
“Vamos a hacer lo mismo que se hizo en la escuela N° 71 que es poner una alarma integral que garantice que toda la escuela esté más o menos vigilada”, dijo Dri. El ministro de Gobierno, Adán Bahl, autorizó la inversión y la Policía hizo un relevamiento del lugar. “Hay que cursarle la nota al ministro con más o menos el presupuesto y a través de la cooperadora se van a otorgar los fondos”, añadió.
A los edificios escolares nuevos ya se les está instalando el sistema de alarma integral. En tanto, desde las más antiguas comienza a demandarse los sistemas de aviso y también los serenos. Dri explicó que en el escalafón del Consejo General de Educación (CGE) no existe la figura del sereno. “Pero es un reclamo que estamos teniendo cada vez más porque hay muchos más elementos que custodiar”, dijo.
Un ejemplo son las 8000 netbooks entregadas a través del programa Conectar Igualdad. “De esas 8000 hay una parte que están en las escuelas porque es para reposición. Otra parte es para reparar y hay otras que quedan porque son del docente o están a la espera de algún chico que está estudiando en otro lado y todavía no la vino a buscar”, indicó. Además en muchos establecimientos aún siguen existiendo los gabinetes con las pc´s. “Hay muchos elementos de valor en informática”, indicó. Y el riesgo no sólo lo corren los establecimientos secundarios sino las primarias también debido a que en la actualidad se les está entregando un aula virtual.
El funcionario dijo que es más necesario la colocación de alarmas que el nombramiento de serenos debido a que es “una figura que va a tener que trabajar el CGE”. Y, en tal sentido, precisó los establecimientos donde se hace necesario los dispositivos de aviso ante intrusos. Muchas en la zona noroeste como la N° 74, la 76 “2 de Abril”, 70 “Eva Perón”, 71 “Independencia”, 73 “Pancho Ramírez”, N° 111 “República de Entre Ríos”, la N° 10 “Benito Garat”. Otras en la zona sur como la N° 9 “José María Gutiérrez” o la Nº 66 “República Oriental del Uruguay”. Pero además pasa lo mismo en la escuela N° 11 “Basavilbaso”. “No es de la periferia pero también tenemos problemática ahí”, indicó. Algo similar ocurre en las escuelas rurales como la Agrotécnica donde “hay animales para el trabajo de los chicos” .
“Deberíamos trabajar con todas pero hay algunas con mayor riesgo porque están en zonas donde tradicionalmente hemos tenido problemas”, indicó. Además, señaló que también puede haber casos de robos internos. También hay casos extraños. Hace poco, en la escuela primaria de Benito Legerén, desconocidos entraron un fin de semana comieron y se fueron sin llevarse nada. Dri reclamó la toma de conciencia por el respeto a los bienes del Estado. “Hoy por hoy eso se ha perdido un poco el cuidado a las escuelas. A nosotros nos e nos hubiera ocurrido nunca pero hoy es algo muy común y tiene que ver con un cambio de mentalidad”, manifestó.
Robos una o dos veces al año
Silvana Elgar, directora de la escuela secundaria N° 37 que funciona en el edificio de la primaria “J.J. Valle” sostuvo que una o dos veces al años sufren robos. “Creo que es una cuestión general y no una cuestión particular por la ubicación de nuestra escuela. En otros lugares esto se ha sufrido, lamentablemente”, indicó.
Se llevaron un televisor (Elgar acotó que fue el segundo que se llevan dado que el primero no lo pudieron recuperar), un servidor del programa Conectar Igualdad, un DVD, 46 netbooks que tenían que ser reparadas y ventiladores, impresoras y una caja con libros. Lograron recuperar el televisor, una pantalla del servidor, una impresora y dos de las netbooks.
En estos momentos, desde la escuela están tramitando la posibilidad de contar con un sereno. “En este tipo de lugares tiene que haber sí o sí un sereno”, indicó la directora. Por ahora hay un policía de guardia las 24 horas. Además desde la Provincia han visitado la escuela para estudiar la colocación de cámaras. Y se colocaron rejas en una ventana donde estaban faltando y allí fue por donde ingresaron.
Desde la escuela están planteándose una mayor apertura hacia la comunidad, el barrio que los rodea. “Que se entienda que este espacio de la escuela no es un espacio para un grupo o para una persona sino que ese lugar es del barrio, y que puedan por ahí sentir la pertenencia necesaria como para cuidarla en vez de hacerle daño”, indicó.
Además están haciendo gestiones para recobrar los ordenadores portátiles. “Es un trámite que estamos iniciando y creemos que va a dar resultado. Nos va a llevar un tiempo seguramente”, dijo Elgar. Y añadió que están muy acostumbrados a “trabajar con obstáculos”. Por ello, indicó que intentan vivir a la experiencia como un aprendizaje con miras a una “apertura mayor” para incorporar: “cosas que seguramente nos estarán faltando”.
Daño moral
El fin de semana anterior a Semana Santa, desconocidos ingresaron en la escuela N° 14 “Coronel Antonio Navarro” y se llevaron una consola de sonido, dos radiograbadores, una guitarra, una impresora láser nueva y otros elementos de menor cuantía. La policía encontró los dos radiograbadores y la consola. “El resto de los elementos, no se encontró nada”, dijo Graciela Ortega, directora del establecimiento.
Los nombres de los presuntos ladrones se conocieron enseguida pero “como no pudieron encontrar las cosas dentro de las viviendas de los chicos que eran mencionados como presuntos autores, todo queda en la nada”.
Además sostuvo que no sólo les despojaron sino que les “destrozaron mucho las cosas” como las aberturas y los vidrios. La Comisión Técnica Mixta les otorgó un cheque de $ 15.000. Con ese dinero repararon los daños, colocaron aberturas y cerraduras nuevas y adquirieron los elementos que se llevaron.
Ortega indicó que, por ahora, no creen necesario designar un sereno. Confía en un sistema de alarmas nuevo que instalaron, con sirenas más potentes, y conectada con el Comando Radioeléctrico. “Decían que ese día habían sonado la alarma y los chicos igual trabajaban acá adentro como si nada con las alarmas sonando”, manifestó. Asimismo extendieron la cobertura al hall que antes estaba desguarnecido. “Por lo menos hasta ahora no hemos tenido ninguna entrada; no nos ha sonado siquiera la alarma”, declaró.
La directora admitió que tuvieron fortuna con la donación de CTM. “De lo contrario iba a ser muy costoso conseguir nuevamente las cosas. Tuvimos la suerte que nos hayan dado ese cheque para reponer”, manifestó. La escuela, hace casi una década, está dentro de un programa nacional PIE mediante el que recibe anualmente fondos para adquirir elementos como impresoras, la guitarra y la consola.
No obstante, Ortega indicó que, más que los daños materiales que se “pueden recuperar”, el hecho les provocó un daño moral. “Quedó dolida toda la escuela. Fue muy doloroso que entren a destruir cosas de un colegio y les saquen las cosas de los chicos es mucho más fuerte. Tanta violencia, tanta bronca, porque rompieron con mucha bronca y se llevaron cosas, para nosotros son elementales, y quizás ellos en su poder de mercado no haya sido muy significantes porque por muy poca plata las entregan”, reflexionó.
Un problema complejo
Cristina Cerato, secretaria general de Agmer Concordia, admitió el reclamo permanente de serenos en algunas escuelas que han sufrido robos. “Lamentablemente esto pasa y cabe destacar que no es la mayoría de la gente que vive en una determinada zona la que protagoniza estos hechos. Es siempre una minoría muy minoritaria, valga la redundancia”, explicó.
La gremialista recalcó que los padres y los alumnos siempre son los más indignados. “Lo poco que tienen lo pierden. Es difícil y todos sabemos que hay que hacer reiterados reclamos para lograr acceder a determinados recursos y cuando por ahí los tienen, siempre indigna que de un momento a otro hay habido una situación de desmantelamiento”, manifestó.
Una alarma o un sereno son “elementos paliativos que ayudan” pero el problema de la seguridad “es bastante más complejo”, recalcó. Cerato reclamó un trabajo de prevención partiendo de un proyecto gubernamental que involucre a muchas instituciones. “Como otras cuestiones sociales, la cuestión es prevenir”, dijo.
Al igual que Dri, señaló que ese tipo de hechos no es algo nuevo pero sí impacta que en 15 días o un mes en tres escuelas hayan ingresado provocando destrozos o pérdidas de bienes materiales, dejando a la escuela en pésimas condiciones. “El que forma parte de la institución lo vive como si le pasara en su casa y esta bueno que los docentes, los padres y los estudiantes empiecen a defender esto que es suyo porque la escuela pública es de todos. Todos hemos contribuido a comprar esos recursos”, señaló Cerato.