‘En la intervención convulsioné y me descompensé’

La denuncia de Cárdenas ante el fiscal que investiga la causa, Martín Núñez, fue realizada el 28 de febrero del corriente y narra allí que conoció al doctor Ojeda por dos amigas de La Plata que trabajan como asistente del acusado cuando ejercía en Buenos Aires. En DIARIOJUNIO la victima comentó que en principio todo le resultó normal y programaron entonces una primera operación de liposucción en Concordia. "Él fue quien me consiguió hospedaje en un lugar llamado ‘La Posada del Peregrino’, remarcó. “Al día siguiente a primera hora estuve en su consultorio, ubicado en calle Entre Ríos al lado de una heladería con estas dos amigas mías y mis hijas. Allí, las enfermeras me hicieron un electrocardiograma, me pusieron suero y me dormí. La operación salió perfecta y no tuve problemas, por lo que al día siguiente me permitió volver a La Plata. Y por eso decidí continuar entonces con el implante mamario”, recordó.

" La esposa de Ojeda fue a buscarme al hotel para llevarme al mismo consultorio de calle Entre Ríos"

En la misma denuncia, Cárdenas comenta que fue en esta operación donde comenzó a tener complicaciones y resumió que Ojeda debió coserle la herida en las mamas “cuatro veces”. “El, por supuesto, alegaba que era responsabilidad mía por no saber cuidarme y por tener una cicatrización lenta”, señaló. “Me hacía algunas curaciones en un hotel de Buenos Aires ubicado en calle Corrientes y yo realmente creí que quizás era algo con mi cuerpo, así que un tiempo después viajé a Concordia nuevamente para hacerme la abdominoplastia y sacarme la piel que había quedado de la liposucción”. Vale remarcar, que la mujer manifiesta que en todas las oportunidades que la intervinieron quirúrgicamente, fue atendida por la enferma Romina Duraes, detenida actualmente en la Alcaldía de Concordia como cómplice necesaria del Ojeda.

“La esposa de Ojeda fue a buscarme al hotel para llevarme al mismo consultorio de siempre (en calle Entre Ríos). Todo salió mal”, resumió.  “La abdominopalstia fue en noviembre y todavía tengo los puntos. Fue un verdadero infierno, Ojeda mismo me dijo que había convulsionado en la intervención, que me había descompensado y que salía espuma por la boca. También me dijo que había tenido que ponerme mucha anestesia y perdido demasiada sangre. Esa misma noche me descompuse en el hotel y me desmayé, se me salió el drenaje y todo fue espantoso. Los puntos quedaron torcidos, y  la cicatrìz llega hasta la vagina, un desatre”, lamentó.

Unos días después, Alejandra volvió a La Plata con la promesa del cirujano que viajaría hasta allá a hacerle las curaciones. “La primera vez que fue habían pasado 15 dias de la intervención, mis hijas le mandaba las fotos de como supuraba la herida y lo feo que se veía la cicatriz. Me atendió una o dos veces más en el mismo Hotel de Calle Corrientes y luego supe que lo habían echado de allí. Fui yo entonces hasta una dirección en Liniers que me pasó de un cosultorio en el que trabajaba junto a una esteticista. Me curó esa vez y nunca mas lo vi. No volvió a responderme los mensajes ni las llamadas”, concluyò.

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