Stegbañer indicó que mañana habrá una reunión, a las 17 hs., en la escuela. Comprometieron sus asistencia el Director Departamental de Escuelas, Saúl Dri, y el responsable de la Regional de Arquitectura, Ricardo Truffa. La comunidad educativa le solicitará que la empresa delimite específicamente los lugares de la escuela donde deben trabajar. O que ocupen espacios específicos del establecimiento y dejen libre lo restante para poder trabajar sin problemas. “No existe ninguna separación”, dijo el gremialista.
“El otro día cayó una tabla con clavos en el medio del patio”, denunció Stegbañer, subrayando los riesgos de sufrir un accidente que corrían quienes estaban jugando en ese momento. Además, muchas veces los albañiles trabajan en los baños de los alumnos y éstos no pueden hacer uso de los mismos hasta que no se retiran. Los alumnos tienen que concurrir en turnos rotativos para compartir las aulas disponibles.
Ya hubo problemas, a principio del ciclo escolar. Las clases comenzaron tres días hábiles después de la fecha establecida porque la dirección de la escuela no podía coordinar con la empresa encargada de reparar el techo la forma de poder dictar clases sin entorpecer a los obreros. Desde la escuela habían informado que la empresa había aislado los sectores donde iban a trabajar de los lugares por donde pueden transitar los alumnos, y que la empresa trabajaría sobre dos aulas por vez. “Van a ir terminando un aula para pasar a otra y así”, señalaba a principios de marzo la vicedirectora de la tarde, Mirta Magariños.
Las obras insumirán 150 días (5 meses). También hay malestar en los padres porque las obras avanzan a ritmo lento. Pero esto seguramente se debe a las lluvias que han caído abundantemente en marzo y abril.
“Esto es la consecuencia de una pésima resolución de los problemas de infraestructura”, expresó Stegbañer. Asimismo, consignó que días pasados estuvo la secretaria adjunta de Agmer, Marta Madoz, que se llevó un “acabado panorama” de la situación edilicia en muchas escuelas.Actualmente, uno de los capítulos que negocia el gremio con el gobierno de la provincia es la situación de la infraestructura.
Los trabajos consisten en cambiar las tejas de los techos por chapas. El cambio se debe a que las tejas no dieron resultados. “Se fueron rompiendo generando problemas con filtraciones de agua y el peso de esa estructura fue rajando las paredes”, dijo Magariños. Asimismo, se van a reparar la instalación eléctrica y los baños.
“Vemos que hay problemas en muchas escuelas; problemas de espacio; de agua; de electricidad”, puntualizó Stegbañer. En la “Pancho Ramírez”, Nº 73, la semana pasada quedaron sin clases dos días porque se rompió la bomba de agua potable. En la escuela Nº 23 “Andersen” (Colonia Yerúa) “no tienen electricidad ni agua”. “Recién se van construyendo dos aulas” en la escuela Nº 23 “Benito Juárez”, dijo. “Hay problemas con el abastecimiento de agua” en la escuela Nº 9 “José María Gutiérrez”. “Faltan ordenanzas en muchas escuelas. Éste es el problema de fondo: la pésima resolución de los problemas de infraestructura”, indicó el gremialista.
