En la escuela Basavilbaso hay inquietudes respecto de la obra en el arroyo Manzores

Por un lado, solicitaron que los residuos domiciliarios sólidos y cloacales tengan un tratamiento adecuado antes, en tiempo y espacio, para evitar que se incorporen al caudal del arroyo, de calle Salta al norte. De este modo no crecerán los vegetales que se forman debido a la carga orgánica perniciosa que recibe y está instalada allí.
Por otra parte, exigieron que la traza de la denominada avenida Manzores sea una bicisenda. “Que la bicisenda más vereda internas ya ubicadas al este de las vías sean solamente peatonal o viceversa. Se respetaría así lo dispuesto por la ordenanza 29.596 del 10 de setiembre de 1997”.
Al mismo tiempo, solicitaron que “se apruebe la construcción de los Centros de Interpretación tal como figuran en el proyecto original que fuera aceptado por Concurso”.
La escuela se encuentra dentro de las 800 ha de la cuenca del arroyo Manzores. Nuestros alumnos viven en esta área, por esto y por distintos trabajos efectuados conocen la problemática planteada. “El desarrollo de las obras en la desembocadura del arroyo, principalmente entre los puentes de calle Salta y Avda. Castro es seguida de cerca por docentes, padres alumnos y convecinos de la ciudad, personas de edad y profesionales biólogos, geólogos, arquitectos, promotores ambientales, periodistas, guardaparques, referentes barriales… de un modo menos directo por Geenpeace y Ecoportal”, destacaron en uno de los párrafos.
“A pesar de que en otras épocas se vivió con indiferencia aparente la paulatina contaminación se percibe hoy un interés creciente en convecinos de diferentes condiciones y por motivos diversos, aunque muchos carecen de educación y, por ende, de conducta ambiental”, se señala en otro de los párrafos.
“Se muestran complacidos al ver los espacios naturales arrasados por las máquinas y tapizados con cemento que ocultará, quizás los residuos que ellos mismos arrojaran al arroyo. Otros, que son cada vez más, coinciden en la urgencia de recobrar para el paisaje privilegiado de Concordia la belleza sana y natural y que fuera disfrutado en otros tiempos por bañistas, pescadores y pescadores”.
La primera etapa se está llevando a cabo en la zona de su desembocadura. “Reconocemos la importancia de este proyecto que comprende la intervención en un espacio de 800 ha., ubicadas en la zona urbana y los beneficios largamente postergados que aportará a la población”, señalaron en la nota.
Entre los argumentos que sustentan el pedido, la comunidad educativa apeló al artículo 41º de la Constitución Nacional que “establece el derecho de todos los habitantes a gozar de un ambiente sano y equilibrado y la obligación del Estado de protegerlo”. Y al artículo 22º de la Constitución Provincial que señala que «todos los habitantes gozan del derecho a vivir en un ambiente sano y equilibrado, apto para el desarrollo”, etc.
Los contaminantes básicos actuales son residuos domiciliarios y desechos cloacales. Muy escaso es el aporte industrial (desde las calles pavimentadas, al correr el agua).En la ciudad no existe una GIRSU que contemple la separación en origen y la reutilización.
Por el efecto de las lluvias la basura es arrastrada y las márgenes, como el agua, se ven limpias por cierto lapso. En estas ocasiones, en casi todo el recorrido del arroyo aflora la arena blanca que, geológicamente, le es propia. Esto nos demuestra que es naturalmente recuperable. Los vegetales sembrados en la orilla y cauce transformarán lo que puede volver a ser un arroyo cristalino con playas arenosas, en humedales con aspecto similar a los laguitos artificiales de la ciudad. A este trabajo lo viene haciendo la naturaleza en todo el recorrido debido a la carga orgánica que recibe permanentemente y que se ha instalado allí. De ahí el aspecto que ofrece.
El trabajo de las máquinas ha destruído la vegetación autóctona y por ende la fauna. Si bien se reforestará la zona, será necesario un estudio serio para saber cuáles son las especies que convienen para reemplazar a las anteriores.
En otro punto de la carta se señala que el trazado de bicisenda o ciclovía, como de veredas para la circulación aeróbica, se considera necesaria en términos absolutos porque no hay, en toda la ciudad, un lugar por donde se pueda usar vehículos impulsados por tracción humana.
La bicisenda que se está construyendo al E de las vías presenta deficiencias operativas debido a que se encuentra pegada a la vereda, peatonal, o sea que en los 4 m de ancho se deberán realizar los dos tipos de actividades simultáneamente. Ni peatones ni conductores podrían circular con libertad. Por esta razón una de estas arterias debería funcionar como peatonal y la otra como bicisenda.
En todos los lugares del mundo donde se construyen obras de esta magnitud se implementan Centros de Interpretación a fin de monitorear la conservación de la obra sin alterar los procesos ecológicos para que puedan ser estudiados e impartir educación ambiental. Son de utilidad para prevenir las actividades humanas que pudieran afectar el patrimonio y los recursos naturales.
Los Centros de Interpretación no deberán faltar a lo largo de la obra porque es la única manera de preservar la utilidad como lugar de paseo limpio, educativo, seguro, que justifique la inversión. En esas salas se cumplirían funciones de monitoreo, mantenimiento, educación ambiental en forma constante y, por qué no, un servicio gastronómico que asegure la presencia permanente de gente en el lugar.

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