En la CIDH hay preocupación por Venezuela y Nicaragua y ninguna inquietud acerca de Brasil y EEUU

Joel Hernández

“Nicaragua nos preocupa porque nos parece porque la estrategia parece ser actuar bajo una pretendida normalidad. Hay alarma de varias organizaciones y llamados de la Organización Panamericana de la Salud para que se tomen medidas más consistentes con la magnitud de la pandemia”, recalcó Hernández. En ese sentido, objetó el llamado a marchas, a actividades turísticas, etc. “Pareciera que no hay una plena consciencia de que la única manera de enfrentar la situación es el confinamiento”, dijo.

En tanto, de Venezuela recalcó que la preocupación pasa por la crisis sanitaria. “Nos preocupa que no haya una suficiente infraestructura medica en el caso que la pandemia pudiese llegar a desbordar el de por si el diezmado sistema de salud”, añadió Hernández.  A ello añadió el retorno de los inmigrantes venezolanos debido a la pérdida de empleo en los países que les dieron acogida. “Eso genera una dimensión de mayor preocupación en el tema”, dijo.

En cuanto al país carioca, Hernández no dijo demasiado. Apenas deslizo una observación sobre la contradicción entre el discurso del presidente Jair Bolsonaro, quien es reacio al confinamiento, y las recomendaciones en contrario de su ahora destituido Ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, y la actitud de los gobernadores alineados con las recomendaciones de la OMS. “Cada uno de los países son distintos. Hemos visto un discurso político en el más alto nivel en un sentido pero también hemos observados medidas de las autoridades competentes y estatales que están tomando medidas de protección”, señaló.

“Estamos haciendo un seguimiento muy puntual de cada uno de los países en aquellos donde se ha aprobado un decreto de emergencia para que la autoridad se conduzca dentro de los límites de esos decretos de emergencia y no den lugar a los abusos de autoridad”, señaló.  Por ejemplo, mencionó que en México el apoyo en los casos de desastre naturales proviene de las Fuerzas Armadas.

Hernández dijo que todos los países del continente tomaron medidas de contención contra la pandemia. “Vemos nosotros una determinación de las autoridades de actuar de manera responsable y atendiendo las recomendaciones de la OMS”, dijo. Pero aclaro que los países son distintos en sus políticas. “Es difícil poner a todos en una misma canasta, más allá de observar que todos en general siguen las recomendaciones de la OMS”, recalcó.

Además mencionó que el Estado no comete una vulneración a los derechos al obligar a las familias a aislarse por la pandemia de coronavirus. Hernández explicó que para que ello suceda las medidas adoptadas deben estar ajustadas a estándares internacionales de derechos humanos. Entre ellos mencionó: legalidad (debe estar previsto por ley), proporcionalidad, que sean acordes a la emergencia, el de necesidad, y sobretodo el de la temporalidad.

 “Hay que tener claro que en este momento el bien jurídico a proteger es el derecho a la salud. Y el derecho internacional reconoce algunas limitaciones a otros derechos siempre y cuando estén plenamente justificados”, mencionó. “Es una manera de hacer equilibrios entre restricciones a derechos y la preservación de libertades fundamentales”, dijo.

Hernández dijo que los Estados han adoptado diversas formas para enfrentar la pandemia. Algunos declararon el estado de emergencia o calamidad mientras que otros no han recurrido a ningún decreto. “Pero son posibilidades que están previstas en el derecho internacional”, recalcó. “Lo importante es que no se conviertan en un pretexto para hacer un abuso de autoridad y restringir otros derechos”, mencionó.

Por otra parte, remarcó que se ha venido observando en distintas partes del continente un aumento de la cantidad de denuncias por violencia de género. “Esto de manera natural se explica como un resultado del confinamiento en que se encuentra muchas partes del continente”, señaló.

Hernández indicó que hay una serie de patrones estructurales en las sociedades donde prevalece la violencia contra las mujeres. “Nos hace un recordatorio una vez más de la necesidad de cambios de patrones culturales en el abordaje de los temas de mujer”, indicó.

Más adelante, explicó que en lo inmediato los Estados deben fortalecer los servicios de respuesta a la violencia de género. “En particular la violencia intra-familiar y la violencia sexual”, recalcó. “Hay que fortalecer los mecanismos tradicionales de respuesta adoptando canales alternativos y ampliando los medios de denuncia y las órdenes de protección durante el período de confinamiento en esta emergencia sanitaria”, indicó el titular de la CIDH.

Además dijo que, en un segundo nivel, se debe buscar la participación de las mujeres en la toma de decisiones en todos los grupos de trabajo que prestan servicio para dar respuesta a la crisis. “De esta manera vamos a asegurar la participación de la perspectiva de género en el diseño, la planificación, ejecución y monitoreo de medidas y políticas adoptadas para atender la crisis sanitaria”, remarcó.

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