Hugo Gutiérrez, gerente del Día %, indicó que ayer a la mañana comenzaron a notar mucho movimiento de motos en actitud sospechosa. “Siempre de a dos, mirando, viendo a ver si estaba la posibilidad de ingresar”, indicó. Al mismo tiempo, se reunía gente en la puerta o en las inmediaciones del local que estaba cerrado. “El comisario (la comisaría 6º está al lado) se encargaba de disiparlos, de que se alejen”, recordó.
No obstante, en horas del mediodía “se armó un grupo grande” de personas en moto y a pie. Desde la comisaría 6º se vieron desbordados y pidieron refuerzos. “Aguantamos en ese momento porque estaban decididos a entrar y empezaron a forcejear la entrada”, dijo el encargado. Solamente una combi que utilizan para acarrear mercadería y algunas jaulas de almacenaje estaban colocados para frenarlos pero sin estar amarradas.
En ese momento, cuando parecía que la turba ingresaba, llegaba un móvil de la policía rural disparando por la avenida. “Venían a los tiros, a uno agarraron, y la mayoría se fue cuando vieron la presencia de ellos”, indicó.
No obstante, las horas de angustia siguieron durante el resto de la jornada debido a que permanecieron en el interior del local. “Era un caos porque nos llegaban información de que a otros comercios los habían incendiado y que le habían pegado un tiro a un comerciante y no sabés como actuar”, señaló.
Gutiérrez agradeció la colaboración de los empleados, los vecinos y al comisario que los asistió. “Todos hicimos un esfuerzo para que ellos vieran que no estaba tan fácil”, indicó. En este caso, los empleados hicieron un esfuerzo para defender la fuente de trabajo. “Yo estoy acá con un vecino que tiene al hijo trabajando en el Carrefour y no sabe si lo van a dejar libre o no”, dijo. En el hipermercado las pérdidas fueron muy importantes.
En el acceso principal al barrio, por Eva Perón, un grupo de propietarios de comercios de Boulevard Ayuí y vecinos se autoconvocaron y montaron una barricada con distintos elementos y cruzaron un auto viejo. Armados solamente con palos, no dejaban pasar a nadie que no fuese del barrio. “Estuvimos haciendo el aguante entre nosotros”, dijo Julio, propietario de una cerrajería.
“Hicimos una barricada porque no sabíamos que iba a pasar. Vivimos momentos bastante jodidos. Solamente dejábamos entrar a gente de La Bianca que conocemos. Vivimos momentos de tensión pero sabemos que saqueos acá no hubo”, indicó. A diferencia de los comentarios, no hubo enfrentamientos ni desbordes generalizados. “Hubo algunas escaramuzas allá arriba pero no te podría decir a ciencia cierta que fue lo que pasó. Pero no paso nada”, dijo en resumen.