“El tema es que, al haber tantos casos en la ciudad, venimos con 40 o 50 por día, estamos en una cantidad importante lo que implica que con el correr de los días pueden haber más casos”, recalcó Sandri.
El problema reside en que el sistema de salud de la ciudad pueda resentirse por el crecimiento de los casos. “Fijate que son más los casos que ingresan a la terapia o a la sala de cuidados generales de este tipo de pacientes que los que egresan”, remarcó el presidente de la entidad que nuclea a los médicos. El riesgo es que la ocupación de camas llegue al límite.
La última información proveniente del hospital Masvernat fue emitida el viernes pasado y daba cuenta que había 18 pacientes internados con diagnostico positivo y otros seis sospechosos: 24 en total. Eso equivale al 58 % de las camas ocupadas. Algunos días atrás había subido al 80 % lo que había generado preocupación en la comunidad. Sandri explicó que son datos variables. “Yo no tengo datos fidedignos pero sé que el porcentaje es alto. Puede variar en días pero al haber más casos complica que puede haber, en ese porcentaje grande de pacientes que lo agarra en forma leve, un pequeño porcentaje que necesite ser internado en las salas”, sostuvo.
“Me parece que hay poco compromiso de la ciudadanía con la situación en la que estamos; la gente no comprende o no entiende que estamos en una situación muy crítica”, indicó. “Sino mantenemos los recaudos que se piden desde las autoridades, ya sea municipales como provinciales y nacionales, el sistema puede llegar a queda comprometido y después falten camas porque hay un relajamiento de la sociedad importante”, sostuvo el medico.
Además remarcó otro dato insoslayable: el personal de salud se va contagiando la enfermedad. Sandri hace 11 días tuvo la confirmación de que había adquirido el virus. “Gracias a Dios me agarró en forma leve”, indicó.
El primer síntoma fue un resfrío leve. Ese día, en el consultorio, intentó oler un perfume que le ofrecieron para reconocer la fragancia. En ese momento, un sudor frio le recorrió la espalda: olfato cero. “La llamé a la doctor Leiva, me atendió muy bien, me hizo hisopar en la carpa del Masvernat y di positivo. A partir de ahí, me guarde en una habitación en mi casa y empecé con mucho dolor de cuerpo, sobre todo en la cintura, y mucho decaimiento. Y no tuve más que eso. Hoy llevo 11 días, estoy bien pero el olfato no lo recuperé”, admitió.
Sandri es pediatra y cree que la enfermedad la contrajo en el consultorio particular cuando atendió a un bebe de un año que tenía fiebre. «La madre a las 48 horas me habló y me dijo que era Covid positivo. Probamente el chico haya sido aunque no le encontré nada”, indicó. A pesar de tomar todos los recaudos, se contagió igual. “Uno se lo contagia y no sabe cómo te va a tratar. Ese el miedo que a uno le da”, indicó.
Por último, señaló que los jóvenes son quienes menos respetan las indicaciones. Hacen fiestas clandestinas, se juntan y ahí está la gran fuente de contagio. Cuando empiece el calor, salen, vuelven a sus casas y ahí empiezan los contagios. Tienen pocos reparos con las personas mayores que son las grandes afectadas”, menciono Sandri.
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