Tras conocerse el primer informe sobre el monitoreo de Botnia, Rivollier dijo que “no agrega mucho a lo que ya sabemos extraoficialmente”. Refiriéndose al análisis del agua, el asambleísta dijo que el estudio “está totalmente fuera de tiempo y diría que no tiene ningún valor real, teniendo en cuenta que salen a decir que Botnia diluye los efluentes en el río, lo cual implica que todos los estudios presentados por Uruguay carecen de valor y de seriedad”.
“Se ha caído totalmente toda seriedad y credibilidad que podía tener Uruguay, ya que ahora ellos mismos aceptan que hay una dilución, cuestión que no se le pudo haber pasado a los técnicos del Dinama. Además, el caño de efluentes está dentro de la construcción, no fue agregado después a las disparadas, o sea que pasó la instancia de evaluación del Gobierno de Uruguay y del Banco Mundial”, sostuvo.
“En el informe, incluso se reconoce que no existen las suficientes herramientas para hacer un seguimiento serio, pero mientras tanto mienten y dicen que la fábrica no contamina”, aseveró Rivollier.
Para el asambleísta, el informe “de alguna manera informe marca un quiebre, porque ha roto la poca seriedad que tenía Uruguay”, pero aclaró que “de acá en adelante todo dependerá del comportamiento del comité científico”.
“Veremos cómo sigue todo. Es prematuro decir si sirve o no sirve, lo que sí podemos decir es que todo es absolutamente lento y los tiempos no son los que requiere Gualeguaychú. Todo se viene demorando más de la cuenta”, aseveró.
En tal sentido, recordó que “el último ingreso a la planta fue el 24 de octubre, lo cual demuestra que no se está cumpliendo con la entrada de una vez al mes”.