En Gualeguay, una familia protagonizó un escandalete público que duró 3 horas por negarse a acatar reglas de tránsito

CRONICA POLICIAL TEXTUAL
La Policía de Entre Ríos, a través de la Jefatura Departamental Gualeguay, informa a la comunidad que en la tarde noche del sábado alrededor de las veinte y treinta horas es comisionado personal de sección motorizada a cargo del oficial Dotto, a la esquina céntrica de San Antonio y Coronel Correa, por un supuesto altercado entre los ocupantes de un vehículo, que se resistían a la retención del mismo por diversas irregularidades en su documentación y el personal de transito municipal.

Efectivamente una vez en el lugar los efectivos policiales se encuentran con una camioneta Ford F 100, con tres hermanos ocupantes en su interior, Arturo (19) -conductor-, Javier (20) y un menor de 14 años, los que estaban muy alterados ocasionando disturbios, interrumpiendo la normal circulación de los automóviles, ya que desde las 18,30 horas con su rodado habían protagonizado una colisión sin lesionados con una camioneta Volkswagen Saveiro.

En todo momento personal policial intento dialogar en forma correcta tratando de hacer entrar en razón a los pendencieros infractores, pero era imposible ya que lo único que recibían los funcionarios eran insultos y agravios contra la investidura policial, teniendo que soportar una total falta de respeto y educación por los dichos de estos atrevidos jóvenes. Pero la gravedad de la situación era que estos no desistían de su agresivo accionar y se habían “atrincherado” dentro del vehículo, con las ventanillas y puertas cerradas, dando un vergonzoso espectáculo que cada vez mas acaparaba la mirada de los ocasionales transeúntes, teniendo en vilo a una gran cantidad de funcionarios intentando controlar de la mejor manera dicha acción extremadamente conflictiva.

Ya pasado un largo período de tiempo se hace presente el padre Hugo (53) de los ocupantes de la Ford F 100 y titular del rodado, que lejos de controlar a sus hijos y apaciguar la situación, se ocupó de continuar con la reyerta y los alentó en todo momento y a viva voz a eternizar con dicha actitud, junto a otro de sus hijos Hugo (22). Ante la resistencia indeclinable de los tres jóvenes, se tomó la decisión de remolcar la Pick Up, con los testarudos ocupantes en su interior, los que al verse acorralados se mostraron decididos a seguir con su incoherente y agresiva idea de no acatar la orden de los funcionarios públicos.

Es de destacar la actitud del personal policial que mantuvo la calma en todo momento a pesar de las constantes provocaciones e insultos de los camorreros.

Minutos mas tarde se hace presente la grúa encargada del traslado y al ser enganchada la camioneta e intentar subirla a la plancha de la misma para ser remolcada, el conductor enciende el vehículo, coloca marcha atrás y acelera intentando desengancharla, atentando claramente contra la integridad física de los uniformados y contra la de los ocasionales espectadores, que hasta ese momento, dado el largo período de tiempo que llevaba la obstrucción de la arteria, eran muchos.

Agotadas todas las instancias psicológicas y profesionales para revertir el cuadro violento, a pesar del tiempo transcurrido –más de tres horas-, se le dio intervención al fiscal en turno por la peligrosidad progresiva que estaban generando con su conducta caprichosa de no querer acatar la ley, el cual dispuso el empleo de la fuerza pública necesaria y proporcional a la resistencia ofrecida para descender a los insurrectos, quienes en dicho trámite de autorización judicial, en una de las tantas aceleradas realizadas por el conductor, logra doblar los ganchos del auxilio, cayendo de la plancha a la cinta asfáltica provocando daños en el chasis y malacate del remolque.

La crónica policial anticipa que “lo más grave estaba por venir, ya que en esta temeraria maniobra atropella a varios funcionarios policiales, por lo que uno de ellos, ineludiblemente rompe el vidrio del conductor, logrando detener el rodado, media cuadra hacia atrás, es decir, en dirección de contramano, sobre Avenida San Antonio entre Coronel Correa y Coronel Hereñú, oportunidad donde lesionó al Sub Comisario Christian Caminos, en virtud que este funcionario en su intento de quitar las llaves de encendido y así apagar el motor, quedo colgado de la ventanilla, recibiendo una fuerte contusión en su hombro izquierdo”.

La drástica y oportuna determinación permitió lograr el control del procedimiento, al detenerse la camioneta, originando la inmediata aprehensión de los tres masculinos, además de la detención del padre y otro de sus hermanos, que en todo momento, lejos de apaciguar la situación entorpecieron el procedimiento policial.

Los mismos fueron trasladados a esta jefatura departamental, donde ahora deberán afrontar la imputación penal de varios delitos concadenados por la seguidilla de hechos violentos, como ser amenazas, daños, resistencia a la autoridad y lesiones contra los policías, quedando alojados en la alcaidía, a excepción del menor que conforme la normativa vigente fue entregada a su progenitora, mientras que el vehículo quedó secuestrado en la causa judicial”.

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