El programa se basa en la educación para la salud, fomentando en la gente hábitos sanos de vida, tendiente a la disminución del consumo del tabaco.
«Esto llevará a que la comunidad se concientice y se vaya prohibiendo fumar en lugares públicos, con el objetivo de disminuir el estimulo al consumo de tabaco”.
Legascue destacó, que desde la Dirección «se le dio instrucciones precisas al coordinador de salud del departamento para que efectúe el relevamiento».
Asimismo, el director de Atención Médica, apuntó que dejar de fumar es beneficioso para la salud y destacó que no importa que edad tenga el fumador para tomar la decisión.
También resaltó, que al dejar de fumar disminuyen las posibilidades de tener un ataque cardíaco o cerebral; disminuyen las chances de tener cáncer de pulmón, enfisema y otras enfermedades pulmonares, las gripes y los resfríos. Además, la persona que deja de fumar podrá volver a subir escaleras y caminar sin cansarse; no tendrá más tos productiva; tendrá menos arrugas; podrá oler mejor y ya no va a haber olor a cigarrillo en su ropa, su pelo, su aliento, su casa ni su auto.
Al dejar de fumar se beneficia toda la familia, incluyendo las mascotas. Al dejar de fumar se disminuye la probabilidad de que su pareja sufra cáncer como consecuencia de su consumo; disminuye la probabilidad de que los hijos recién nacidos sufran del síndrome de muerte súbita del lactante y disminuye la probabilidad de que los perros y gatos del hogar tengan cáncer.
Datos del consumo en la población adulta
Argentina tiene una de las mayores tasas de consumo de tabaco del continente. Sin embargo, en los últimos 5 años se ha logrado disminuir la prevalencia.
En 1999, 39.8% de los adultos eran fumadores. A fines del 2004 se realizó una encuesta de hogares en 5 grandes centros urbanos de nuestro país con el objetivo de conocer el perfil de tabaquismo de la población. Se encuestaron 1.200 personas de ambos sexos entre 13 y 64 años en Buenos Aires, Gran Buenos Aires, Córdoba, Rosario y Mendoza.
El 32.7% de todos los encuestados era fumador. Si consideramos solo el grupo de los mayores de 18 años el 33.7% era fumador. La prevalencia fue mayor en hombres que en mujeres (38% vs 26.8%). El grupo que concentra más fumadores es el de varones de 19 a 24 años donde el 45.7% fuma. Se observó mayor prevalencia en niveles socioeconómicos bajo (32.80%) y medio (36.90%) comparado con el nivel alto (24%).
Mendoza presentó la mayor prevalencia (42.60%) seguida por Rosario (37.40%). Esto implica una disminución del 15% en la prevalencia y se traduciría en 1.4 millones menos de fumadores. Esto se refleja también en el consumo de paquetes de cigarrillos per capita que en 1999 era de 54,8 paquetes y en el 2004 de 48,8 (caída del 11%).
