Para el diputado, “no se puede esperar rapidez y eficacia en la administración de Justicia si el propio Estado provincial no garantiza condiciones mínimas para su funcionamiento”. Es que esa dependencia, desde su creación en 1985, nunca contó con edificio propio. El hacinamiento de varias oficinas en una misma casa que viene sumando desde hace años graves deficiencias edilicias hace que el servicio público se vea seriamente resentido.
La iniciativa del legislador radical apunta a solicitar que el Poder Ejecutivo provincial finalmente destine recursos para la construcción de un nuevo edificio acorde a las necesidades actuales. Con realismo, el artículo 2º de la norma pide además que, mientras se espera la solución definitiva, se repare con urgencia el pésimo estado del edificio donde Tribunales comparte habitación en condiciones a todas luces insalubres con la Departamental de Policía, la Delegación de Trabajo Provincial, la Dirección Departamental de Escuelas y el Juzgado de Paz.
Como antecedente del mismo tenor cuenta una Resolución impulsada por el Bloque Radical y aprobada por la Cámara de Diputados en abril del 2009 que solicita una ampliación del edificio de esa dependencia, que hasta la fecha no ha sido tenida en cuenta. Un reclamo actual de empleados de la jurisdicción judicial de Federal -quienes elevaron nota al Juez en lo Civil y Comercial de Federal a cargo de la Superintendencia Dr. Javier Omar Ovando por un lado, y luego al Presidente del Colegio de Abogados de la ciudad Dr. Juan Pablo Passarella- hizo que Cardoso vuelva a insistir desde la Legislatura con la situación edilicia de esa dependencia.
Entre las falencias más severas se cuenta el deterioro general producido por las lluvias de fin de 2010 que alcanzaron oficinas, archivos, computadoras y muebles, a lo que se agrega que el edificio no cuenta con baños para el público, no hay normal abastecimiento de agua, las rajaduras de las paredes filtran agua y humedad constantes, la conexión eléctrica es obsoleta y peligrosa los días de lluvia, e insuficiente para dar energía a todos los equipos informáticos al mismo tiempo.
Como si fuera poco, entre el cielorraso y las chapas anida una comunidad de palomas que despide nauseabundos olores que afloran con intensidad durante los días de humedad; además, los empleados han observado que en varias oportunidades cómo gusanos caen sobre los expedientes y escritorios en días de mucho calor.