Luego de diferentes operativos realizados ayer lunes entre personal municipal, del Ejército, de Bomberos o de la policía, se logró a ubicar a unas doscientas personas a los que el agua del arroyo Chajarí, sobre el sector este de la ciudad, les había ingresado a su domicilio. Se trata de moradores de un asentamiento que está dentro del Barrio Chaco, que en los últimos años ha crecido prácticamente sin control, siendo receptor de familias –en su gran mayoría- de otras provincias, incluso algunas muy distantes a Entre Ríos. Las viviendas afectadas son, principalmente, casillas de madera y con instalaciones muy precarias.
De acuerdo a lo detallado por la Directora de Defensa Civil, Cecilia Laderach, “hay familias que en la noche del lunes decidieron retirarse a sus hogares”. El regreso fue, aclaró la funcionaria, “con el acompañamiento y el asesoramiento de personal municipal”. Asimismo, señaló que “contamos con el acompañamiento de la comisión vecinal del barrio (Chaco), estamos realizando controles médicos permanentemente y estamos en contacto todo el tiempo con el hospital Santa Rosa, tenemos un régimen alimentario para los evacuados que está a cargo de las nutricionistas del municipio y la gente del ejercito están preparando las raciones comidas”. Por otra parte, a los chicos que asisten a comedores escolares y no pueden ir por las concisiones en que se encuentran, se les garantizó la provisión de la comida diaria.
Laderach comentó, además, que en la zona afectada tuvo que intervenir “el departamento de Zoonosis” porque aparecieron algunos ofidios, aparentemente arrastrados por la corriente o movidos a salir de sus guaridas por la situación.
“Todas las comisiones vecinales han estado en contacto dando panoramas de los barrios. Además, hay un dialogo constante con el director de Defensa Civil de la provincia y el intendente está en contacto con el ministro de Acción Social y con el Gobernador.”, sostuvo la funcionaria, para agregar que “estamos teniendo turnos permanentes para poder recibir las demandas de la población”. “La asistencia es permanente”, insistió.
“Los daños en las viviendas no son muchos”, aclaró Laderach, aunque resalto que “habrá que hacer ciertas reparaciones”. “La mayoría de las familias han podido sacar muchas de sus pertenencias o levantar las cosas que tenían allí. Hay quienes se han acercado al salón comunitario con bolsas con ropa que alcanzaron a rescatar”, graficó. Consultada sobre si hubo domicilios de los que sus moradores no se querían ir por miedo a oportunistas que puedan acometer algún delito, admitió que “hubo lugares donde la madre con los hijos se iba al salón comunitario y el marido quedaba cuidando la vivienda”. Pero aclaró que “la policía está permanentemente recorriendo la zona”.
Las lluvias, el desborde de arroyos, de bocas de tormentas u otros inconvenientes generaron problemas, además, en barrios El Infierno, Villa Anita, Sacachispas, Villa Alejandrina o Las Latas, además de otros sectores puntuales de la ciudad.
El lugar afectado.
Cecilia Laderach reconoció que la zona afectada, un caserío de viviendas precarias muy grande ubicado en el barrio Chaco, a la vera del arroyo Chajarí, “ha crecido en forma irregular. Y la mayoría (de los que allí viven) no son de nuestra ciudad”. “En esta zona se viene trabajando desde hace tiempo y vamos a seguir siéndolo en función de relevar datos y ver que solución le encontramos a este barrio”, anticipó.
