En Entre Ríos, 4 de 10 personas sintieron la discriminación alguna vez

La investigación se realizó a través de entrevistas domiciliarias, sobre 400 personas de 18 a 55 años. Esa encuesta indica que una de las formas más evidentes de discriminación es la diferenciación que se produce por la existencia de brechas sociales. Es así como en las respuestas un 37,3 por ciento manifestó sentirse discriminado por el nivel socioeconómico. En tanto, en segundo lugar (23,3 por ciento) se ubican aquellos que por obesidad o sobrepeso sintieron diferencias alguna vez.
En Paraná el Inadi cuenta con una delegación que durante los primeros meses del año arrojó como resultado altas consultas por casos de violencia o maltrato laboral. “Las personas llegan al Inadi porque consideran que ese maltrato es una forma de discriminación”, dijo Cristina Ponce, encargada de la delegación local.
Maltrato verbal, descalificaciones, abusos de autoridad, son situaciones que hacen referencia a las condiciones en las que trabajan los empleados y por las que acuden al Inadi.
“Se trata de trabajadoras del Estado y de empresas privadas”, dijo, y aclaró que no son denuncias, sino consultas que derivan en una mediación como forma de solucionar el conflicto entre las partes. “La primera propuesta en todos los casos es la mediación.
La delegación local funciona en el ámbito de la Facultad de Ciencias de la Educación en calle Córdoba 475. En virtud del receso, la oficina hoy está cerrada. Pero por consultas los interesados pueden llamar al 4232034 o al correo electrónico entrerios@inadi .gov.ar.

OTROS CASOS DE DISCRIMINACION
Además de la discriminación social, aparecen aquí otros actos discriminatorios: el 14,3 por ciento por discapacidad, por aspecto físico el 12,9 por ciento. Por religión el 9,8 por ciento, por color de piel el 8 por ciento, por orientación sexual casi el 6 por ciento, por nacionalidad el 6 por ciento, por la forma de pensar el 4,9 por ciento, por ser mujer el 4,5 por ciento, por la vestimenta el 4,5 por ciento, por enfermedad el 2,8 por ciento, por ser mayor el 2,4 por ciento, por ser joven el 2,1 por ciento, por VIH el 1,7 por ciento, por ser hombre el 1,4por ciento. Otros, 15,2 por ciento.
La encuesta también consultó si la gente conoce porqué existe la discriminación. El 68 por ciento de los consultados contestó que es por falta de educación, el 53,3 por ciento por violación a los derechos humanos, el 23 por ciento considera que es por una cuestión moral, el 19 por ciento por una cuestión de poder, el 4,8 por ciento por un delito común, mientras que para el 0,8% significa una falta menor.
La mayoría opina que en los boliches bailables y en la televisión son los ámbitos donde más se discrimina. También en la calle, en la escuela, en las empresas, en los comercios. En cuanto a cuáles son los grupos que más discriminan el 50 por ciento de los consultados opinó que son los sectores socioeconómicos privilegiados. Le sigue la población en general y los sectores políticos.
Respecto del rol que debería tener el Estado en las políticas antidiscriminatorias, un 89 por ciento de los encuestados cree que deben ser “muy importantes para el Estado”, porcentaje similar a los hallados en la ciudad de Buenos Aires.

La investigación concluye en que la idea de la tolerancia exige una aceptación de los otros, un reconocimiento de las diferencias sociales y de los distintos estilos de vida que favorezca el pluralismo cultural y la valorización de la diversidad. El reto será entonces hacer uso de esas energías para avanzar hacia una sociedad que valore la diversidad, lo cual requiere un trabajo colectivo que involucre la acción conjunta del Estado y la sociedad para ponerle fin a las prácticas discriminatorias.

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