A juicio del diputado electo, es tiempo de “sincerar nuestras posiciones y decidir si queremos partidos políticos fuertes, que contribuyan a la estabilidad y fortalecimiento institucional como base de la democracia, o pretendemos continuar con un sistema político que confunde a los ciudadanos, falta el respeto a la militancia y sólo le conviene a algunos dirigentes”.
“Quiero ser claro: yo me banqué el menemismo, traté de dar pelea con (José) Bordón desde adentro del justicialismo. Cuando él se fue del partido, yo me quedé. No puede ser que hoy, por disidencias menores, haya dirigentes que se presentan de candidatos por otro partido y al otro día de la elección vuelven al justicialismo”, subrayó.
Cáceres entendió que el primer paso en ese sentido debe darse con una “amnistía a los que se fueron del justicialismo”, medida que —anticipó— planteará en la próxima reunión del Consejo Provincial del PJ, prevista para la semana que viene.
Todos unidos
El borrón y cuenta nueva —que coincide con el planteo en ese sentido impulsado por el presidente Kirchner— alcanzaría a los dirigentes que como candidatos enfrentaron al PJ en las dos últimas elecciones (en la lista 100 en marzo y con Alberto Rodríguez Saá en octubre) y también a los que dejaron el partido antes. Esto es, incluiría desde Julio Solanas hasta Emilio Martínez Garbino, pasando por Augusto Alasino.
El planteo de Cáceres supone instalar una discusión que se viene soslayando en el PJ, al punto que uno de los dirigentes sobre los que se debería estar analizando una sanción, como Hugo Berthet (mentor político de la lista 100) es hoy miembro del nuevo Consejo que preside Jorge Busti.
La intención de la amnistía es permitir un reordenamiento, para que “se reafilien o ratifiquen su afiliación al justicialismo”. Y con ello “sentemos las bases que garanticen las próximas internas para cargos electivos y cuando venza el mandato de la actual conducción provincial (y las convocadas para el próximo 2 de diciembre), si tienen disidencias, que se resuelvan democráticamente”.
La contracara del acuerdo supone “consensuar sistemas ágiles de aplicación de sanciones. El presidente Kirchner ha convocado a los peronistas a una amnistía para que puedan volver los dirigentes y militantes que, por distintas razones, se fueron del justicialismo. Nosotros, que hemos puesto al frente del partido al actual gobernador, y de gobernador a nuestro ex presidente, tenemos que tomar este llamado del Presidente como un horizonte que ratifica nuestra vocación por fortalecer el justicialismo”, consideró.
