En el municipio faltan dos tercios de los puestos de venta relevados por la Came

“Nosotros tenemos todo registrado por sus propios dueños, las galerías que tenemos en el centro como las ferias Las Palmeras y la de avenida Eva Perón. Cada inquilino hace la habilitación comercial que corresponde”, señaló Barrios.

 “Esta bueno que se debata pero queremos saber de donde se sacan esos números y cómo hacen el relevamiento. Que variables se usan para poner así a Concordia”, reclamó Barrios. En tal sentido, recordó que la gestión actual fue la que remodeló el Mercado de Pulgas. “Parece como que no se está haciendo nada”, subrayó.

De hecho, se transformaron los puestos precarios de madera y chapas que por más de dos décadas funcionaron en esa esquina céntrica en un moderno edificio. En Las Pulgas hay 91 puestos inscriptos que pagan la tasa comercial y un canon de 300 pesos para el mantenimiento del edificio. Barrios admitió que hay puesteros que deben algunos meses pero eso “no significa que sean ilegales”. 

En Las Palmeritas hay 71 comercios habilitados y “todos pagan la tasa comercial”, recalcó la funcionaria. El dueño del terreno está inscripto como alquiler de inmuebles  y cada inquilino paga su tasa comercial. En tanto, el paseo de compras de avenida Eva Perón, cerca del barrio de La Bianca, tiene 35 puestos y los inquilinos pagan un canon regido por las normas tributarias.

La funcionaria dijo que en la misma situación se encuentra otro emprendimiento similar ubicado en avenida Tavella y las galerías céntricas como La Pituca y Stylo (calle Entre Ríos), San Cayetano (calle Bernardo de Irigoyen) y Plaza Concordia (peatonal). “Están todas habilitadas y cada dueño de su puesto paga su tasa comercial”, manifestó.

Por el contrario, hay 22 vendedores ambulantes que no están inscriptos y se encuentran desperdigados en distintos lugares como frente al Mercado de Pulgas, en el microcentro y en la Terminal. Muchos de ellos hace varios años que vienen trabajando de esa manera, y, según Barrios, no se han permitido instalarse a vendedores ambulantes nuevos. “Se está trabajando para juntarlos a todos en la zona norte y meterlos dentro del circuito formal  del comercio. Armar una pequeña feria pagando un canon y la tasa como corresponde”, dijo.

En total, el municipio tiene 286 puestos de venta, entre los inscriptos y los 22 ambulantes. “Redondeemos 300. Es un tercio de lo que ellos mencionan. Por eso a mí me asusta el número. Te puedo asegurar que ni cerca hay de 901 puestos de venta clandestinas”, dijo Barrios. De hecho, dijo que está a disposición de quien quiera toda la documentación existente. “Que vean que la estadística que manejamos es real”, dijo.

Por otra parte, dijo que si hay mercadería falsificada, es la Afip u otra institución la que debería controlar y no el municipio. “Eso excede a la municipalidad”, dijo.

Falta de control

De acuerdo al indicador de penetración del comercio ilegal que elabora la CAME, donde se mide la cantidad de habitantes por puesto de venta ilegal en cada ciudad, Entre Ríos tiene cuatro municipios entre los primeros 100 puestos: Concordia (puesto 14), Villaguay (49), Paraná (78) y Victoria (82).

Walter Kleiman, presidente del CICS (Centro de Industria y Comercio de Concordia), indico que el resultado del relevamiento no una novedad. “Siempre lo hemos dicho que Concordia está al frente de la venta ilegal”, señaló. Y señaló que la “falta de control” en la ciudad permite que Concordia esté en ese lugar. “Tenemos que poner énfasis en poder controlar esto”, dijo.

“Los puesto ilegales son aquellos que no tributan nada y se ponen en lugares donde no tienen habilitaciones ni siquiera municipal”, indicó Kleiman. El comerciante indicó que todos los habitantes tienen derecho a ejercer el comercio. “No queremos que nadie pierda su fuente de ingresos”, sostuvo. Pero también exigió las mismas obligaciones fiscales. En ese sentido, el presiente del CICS recalcó que desde la institución no se oponen a que se abran o se instalen sino a que lo hagan si pagar impuesto o en lugares públicos dado que son “espacios de todos”.  En ese último caso, dijo que no se trata de vendedores ambulantes -tal como la palabra lo indica- sino que están en lugares fijos en la calle.

Además Kleiman aclaró que no hacía referencia de las ferias de artesanos. “No hay que confundirse con los puestos de venta de artesanías. No estamos hablando de eso. Las ferias donde se juntan los artesanos bienvenidos sean porque son trabajos manuales con otro tipo de comercialización”, aclaró.

Respecto de la mercadería que se ofrece, dijo que cuando se ofrece ropa de marca falsificada se incurre en una falta a la ley de marcas. Pero eses aspecto no fue tomado en cuenta por CAME sino la inscripción de los vendedores y el pago de los tributos. “No pagan ningún tipo de aportes ni a la seguridad social ni a los organismos de control fiscales”, manifestó.

Los ‘show rooms’

Por su parte, Román Tofalo, vicepresidente del CECOM (Centro Comercial, Industrial y de la Producción de Concepción del Uruguay), indicó que en esa ciudad la venta callejera está controlada. “Sobretodo si lo comparamos con Concordia”, manifestó. Y recalcó que, de acuerdo a lo conversado con autoridades del CICS, la venta en el Mercado de Pulgas y lugares similares es ilegal. “No hay control de la municipalidad ni de Rentas ni de Afip”, indicó.

Siguiendo esa línea, sostuvo que el perjuicio para los comercios inscriptos es importante dado que deben pagar una tasa de Ingresos Brutos de entre el 3 y 4 % que subió recientemente un 35 % mientras que la producción y la industria no tienen esa tasa. “La presión sobre los comercios crece cada vez más y no se lo cuida al comerciante”, recalcó.

El vicepresidente manifestó que los comercios son quienes generan empleo y embellecen la ciudad.  “A veces la gente por ahorrarse un peso, prefiere comprar en una cueva mercadería pirata sin pensar incurriendo en un delito produciendo un daño tributario. Todos queremos vivir en ciudades ordenadas que tenga rutas, luz, seguridad, salud, educación pero si somos pocos los que pagamos impuestos es difícil de lograr esto”, ejemplificó.

Si bien se manifestó a favor de incrementar los controles en cada ciudad dado que el comercio ilegal es un problema a nivel nacional, sostuvo que sería más sencillo revisar los colectivos que, a diario, parten de La Salada distribuyendo mercadería “marginal y clandestina” en todo el país.

No obstante, dijo que en “La Histórica” hay problemas con los “show rooms”.  Explicó que se trata de una modalidad que está en pleno auge que se canaliza a través de las redes sociales como Facebook o Twitter, un canal de comunicación que atrae muchísimo la atención de adolescentes y jóvenes. Consiste en adecuar una habitación de una casa de familia al estilo local comercial, incluyendo iluminación, estanterías maniquíes, etc. “Todo lo que tiene un local comercial menos la inscripción municipal y en los tributos”, señaló.

Más adelante, indicó que se trata de una “competencia desleal muy grande”. Y detalló que la mercadería que se vende proviene de La Salada o de lugares similares de Buenos Aires donde se produce ropa con falsificación de marcas sin ningún tipo de control o regulación. “Aparecen primeras marcas que ninguna manera le venderían a locales no habilitados”, señaló. Periódicamente aparecen en los noticieros nacionales los talleres clandestinos donde se muestra la existencia de trabajo esclavo. Tofalo señaló que en ocasiones la mercadería proviene de piratería del asfalto o de contrabando.

La exigencia del Cecom es que se normalice ese tipo de comercio. “Quien lo quiera ejercer lo haga pero cumpliendo con todas las normas”, recalcó el vicepresidente de la entidad haciendo referencia a la inscripción municipal, controlador fiscal, documentación de Aduana para la mercadería importada, etc. Para Tofalo, en Concordia seguramente debe haber también casos de este tipo.

El martes se llevó a cabo un encuentro de CAME en Paraná referido a la piratería de marcas. No sólo haciendo referencia a la ropa sino también a las películas o a los cd´s de música. Tofalo explicó que no solo se infringe la ley de marcas sino también la de propiedad intelectual. “Se perjudica al autor de la música, al interprete, a la empresa fonográfica”, indicó. Para evitar eso, los participantes aconsejaron concientizar a los consumidores.

 

 

 

 

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