En el Heras no hay seguridad como para atender detenidos

El titular del hospital de la zona sur de la ciudad dijo que su función es prestar un servicio de salud. “No puedo poner un enfermero para que me estén cuidando el preso. Aparte del hecho de tener un detenido en la sala genera un cierto temor en el personal porque uno no sabe como va a reaccionar; que intenciones tiene”, expresó. Además, señaló que el único policía que presta servicio permanentemente es el que está apostado en la guardia.
El 19 de mayo, entre las 6 y las 7:30, se fugó de la sala 7 un interno de la UP 3 enfermo de tuberculosis llamado César Gil. Para fugarse, se estima que utilizó una lima para cortar la cadena con la que estaba atado a una cama y luego empleó una soga para descender por una ventana desde el segundo piso a la planta baja del nosocomio. “En ese caso, no había policías cuando tenía una orden de la Justicia de que tenía que estar con custodia, y no había nadie”, señaló el director. Respecto de la soga, Martínez dedujo que: “algún familiar se la habrá provisto porque en el hospital no tenemos ese tipo de elementos”.
Martínez señaló que en el Heras se inició un sumario para deslindar las responsabilidades por el caso. Respecto de los sucedido ese día, explicitó que habían avisado a la Justicia lo que estaba sucediendo, ‘señores, fulano de tal no tiene custodia como ustedes piden’”, sostuvo.
Doce días más tarde, el 31 de mayo, otro detenido que estaba con custodia policial, se escapó aprovechando aparentemente un descuido del policía que lo vigilaba. Fue atendido en la guardia porque padecía una crisis asmática. “En el segundo caso, como decimos: ‘se le escapó la liebre’. Creo que estaba por ahí, había salido o no lo vio. Se escapó por la puerta pero en ese caso si había policía”, indicó Martínez.
En cambio, desde la Comisaría 1º expresaron que el segundo detenido también se habría escapado por la ventana del mismo pabellón (Sala 7) donde estaba detenido Gil. Y la fuente de la comisaría señaló que los policías no pueden compartir la misma habitación con una persona que padece tuberculosis por temor a un contagio. En consecuencia, señalan que deberían mejorarse las condiciones de seguridad. Sin embargo, en el antiguo nosocomio no hay ningún pabellón o habitación especial con rejas u otro tipo dispositivo de seguridad como para asegurar la permanencia de personas procesadas o condenadas por la Justicia.
De todas formas, el director del Heras señaló que, en caso de llegar otro paciente derivado con custodia policial, lógicamente no le va a negar atención. “Yo no me puedo negar a internar a un paciente por el sólo hecho que esté preso”, dijo. En cambio, Martínez pidió a la Justicia y a la Policía que se tomen los “recaudos necesarios” y que actúen de la misma manera “como si estuviera preso”.

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