Según relata en la nota, el viernes 6 de septiembre Gilabert pasaba por el Cementerio ubicado en calle Humberto Primo, y observó a la derecha de los portones de acceso una imagen de una virgen de mármol de carrara blanca tallada en una sola pieza. Un empleado de la antigua necrópolis le dijo que estaba en el suelo debido a que intentaron robarla hace tres meses.
La virgen originalmente fue colocada al frente del panteón de la familia Istillarth construido íntegramente con mármol de carrara blanco. Pesa cerca de 700 kilogramos y desconocidos la despegaron de su lugar original, en la parte superior del mausoleo, a cuatro metros de altura. La arrojaron al piso y en la caída se rompió una mano y otras partes. No obstante, según las manifestaciones del empleado, la intención del municipio es restaurarla y volver a situarla en el panteón.
En el mismo lugar, el mausoleo de la familia Istillarth, en un nicho de la parte superior había una imagen de un ángel con sus alas desplegadas en mármol de carrara blanco. Desde hace mucho tiempo el ángel ya no está en ese lugar. Sólo queda la cabeza de la imagen alada; el cuerpo fue destruido por acción de los vándalos.
Asimismo, la puerta original de bronce del panteón fue sustraída hace varios años. Y en su reemplazo se colocó una de madera pero también fue arrancada de su lugar. En consecuencia, se tapió la entrada con ladrillos pero luego fueron despedazados. El panteón está abierto actualmente y desde el exterior se puede observar el interior del mismo.
En la misma situación se encuentra los panteones vecinos. Están sin puertas dado que fueron destruidas y hay fragmentos de mármol desparramados por el suelo. Otros, como el de Toribio Ledesma, un teniente primero de Santiago del Estero que fue a la Batalla de Caseros con gramilla en la parte superior de sus bóvedas. Las raíces producen fisuras que generan humedad en el interior cuando llueve o con el rocío nocturno.
En otro sector del cementerio, la plazoleta de Los Fundadores, tres columnas de alumbrado público, construidas en hierro de fundición, se encuentran sin tulipas ni focos.
En 1986 un decreto del Ejecutivo lo declaró al Cementerio "Zona de Reserva Histórica". Y además se invitó al Centro Historiográfico de Concordia, al Profesorado de Historia y al Centro de Arquitectos de Concordia, a participar en la elaboración de estudios, en forma conjunta con áreas municipales. Con esos estudios debían realizarse gestiones ante organismos provinciales y nacionales, que se ocupan de lugares y monumentos históricos, para lograr que el Cementerio Viejo, fuese declarado monumento histórico.
