“Varias organizaciones no gubernamentales, entre ellas la fundación Franz Weber y Concordia Animal han manifestado en reiteradas reuniones con integrantes de este cuerpo y públicamente su preocupación por la situación en la que se encontrarían los animales en cuanto a su alimentación, el espacio físico que se les otorga a cada especie, el control de natalidad y mortalidad y el censo real de animales”, expresó Guitar entre los argumentos.
Entre otros animales hay una elefanta asiática en “absoluta soledad”. Según el informe de la fundación Franz Weber, el paquidermo “está condenado a una vida sumamente pobre en estímulos ya que vive sin la posibilidad de relacionarse con congéneres, lo que le produce un gran sufrimiento psíquico”. Por lo tanto, viven 40 años menos que sus congeneres en libertad. “Es decir que la esperanza de vida se reduce a la mitad”. Por lo tanto, recomiendan que la elefanta sea trasladad a un zoo con buen manejo de la especie y que se le realicen los análisis de tuberculosis periódicos.
Respecto de un chimpancé, señalaron que están en estado de cautividad en un espacio extremadamente pequeño y en absoluta soledad. Además se les sugiere a los niños que corran alrededor de la jaula “lo que le causa un profundo stress al animal que comienza a gritar, trepar por el alambrado y se mueve en forma nerviosa y anormal”. En consecuencia, para la Fundación las condiciones de cautividad son aberrantes” por la falta de espacio, de actividades y de congéneres. Por lo tanto, también recomiendan el traslado de “Toto”, el chimpancé.
Otro primate que se encuentra en el arca, el tití pincel, se encuentra en una jaula minuscula y sin ninguna compañía. Como los visitantes pueden introducir una mano entre las rejas, recomiendan evitar el hacerlo porque pueden ser mordidos además de poder introducir palos para hacerles daño. También recomiendan el traslado o la ampliación de la jaula y evitar el contacto.
Hay una tercera clase de monos, los caí, en el Arca. Hay dos en jaulas pequeñas e inadecuadas, separadas sin ningún contacto entre sí, y los animales no pueden tocar suelo firme lo que le produce daños en sus extremidades. Por lo tanto, recomiendan trasladarlos al Proyecto Carayá en La Cumbre (Córdnba) donde hay un grupo de caís rescatados en estado de libertad.
Además hay una pequeña jaula de cemento donde se aloja a una hembra y un macho de ejemplares de Tigre de Bengala y a otros seis ejemplares (encerrados en otro lugar en grupos de dos o en forma individual) nacidos en cautiverio de esta misma especie. Los integrantes de la fundación recomendaron cesar con la cría en cautiverio, ampliar el espacio de encierro y levantar el cemento del suelo donde se encuentra la pareja reproductora dejando tierra en su lugar.
También hay yaguaretés en refugios reducidos (radio de 4 metros) sin agua ni sombra. Por lo tanto, recomendaron contactarse con la Red Yaguareté para confirmar los ejemplares que se mantienen en el arca forman parte de algún programa de conservación (la especie está en peligro de extinción) además de ampliar drásticamente las instalaciones destinadas a los felinos.