“Si te pones a hilar fino te das cuenta de que se han dado casi 300 desvinculaciones laborales o fin de contrato de trabajo en lo que va del semestre”, dijo Delgado. En ese sentido, cabe acotar que en algunos casos se trata de se trata de contratos laborales basados en actividades temporales. Esto significa que cuando termina la época, se dan de baja automáticamente. En otros casos, haciendo referencia a quienes están en relación de dependencia, se termina la relación laboral de común acuerdo o mediante un telegrama de despido.
No obstante, Delgado señaló que los acuerdos pueden realizarse en sede administrativa o judicial. Respecto del último ámbito, en la secretaría de Trabajo no llevan registro alguno. “Muchas pasan por la Justicia”, dijo.
Lo mismo sucede en el sector informal. La única estadística que tienen en el ministerio son 105 actas labradas por personal no inscripto de acuerdo a las inspecciones realizadas en el semestre.
Los despidos se han dado en establecimientos comerciales e industriales. Y afectan a empleados de entre 20 y 35 años. “Toman en cuenta mayormente la antigüedad que tienen para desvincularlos”, dijo.
“Estamos en estado de alerta y, a la vez, haciendo los mejores esfuerzos con el secretario de Trabajo de la Provincia, con el ministro de Gobierno y el gobernador para tratar de que esta situación no empeore”, señaló. “Tratamos de ser conciliadores. Cuando vemos que la situación es crítica por lo general llamamos a conciliación o a una audiencia para poder resolver ese conflicto”, dijo. No obstante, últimamente en la mayoría de los casos se termina con la desvinculación laboral.
Desde la patronal se alega que todo ha aumentado en referencia a los servicios y los impuestos. “Y, a la vez, la demanda no ha crecido. Es más la gente no está gastando como gastaba hace unos años atrás. La gente se cuida más. Y a mayor consumo hay mayor actividad”, concluyó Delgado. La referencia apunta más que nada al comercio. “Hay que darse una vuelta por la peatonal para ver la cantidad de comercios que están cerrados”, indicó. El delegado dijo que de no aplicarse políticas económicas que mejoren el consumo, va a seguir decayendo la actividad laboral.
Por su parte, Simonetti sostuvo que en estos últimos cinco meses el comportamiento del mercado laboral no es el usual debido a que las bajas superan a las altas cuando antes había una cierta paridad entre ambos ítems. Anteriormente había unas 15 cesantías mensuales por razones varias como la finalización del período a prueba o porque el empleado decidía irse de la empresa. “Pero la cuestión pasó a duplicarse o poco más todavía. Es un tema preocupante porque como que en éste último tiempo se aceleró todo”, dijo.
Al respecto, señaló que las rescisiones de contrato de mutuo acuerdo son “despidos encubiertos”. También hay casos de personas que llevan a cabo tareas laborales “en negro” que van al sindicato a denunciar que les pidieron que no vayan más a trabajar. Y, por supuesto, los casos de empleados en relación de dependencia que reciben el telegrama de despido.
El gremialista sostuvo que las pequeñas y medianas empresas argumentan que los números no dan porque las ventas han caído estrepitosamente” y no pueden sostener al trabajador”. “Si esto no repunta o no cambia un poco va a ser una catástrofe”, dijo Simonetti.
Al mismo tiempo, dijo que no pueden hacer demasiado desde el sindicato, excepto estar atento para ver en que pueden incidir para evitar el despido. “Lamentablemente sino hay venta, los empleadores terminan despidiendo a los trabajadores”, sostuvo.
Hasta ahora, los despidos no han tenido mucha repercusión porque se dan en forma silenciosa en cuentagotas y no por tandas de, por ejemplo, 20 personas. En ese caso, una medida de esa naturaleza podría generar algún movimiento. “Te despiden dos trabajadores, otros despiden uno, otros despiden dos más por esto o por lo otro”, dijo. Al igual que Delgado, Simonetti acotó que las cesantías perjudican al personal con menor antigüedad. “Obviamente es costoso despedir a un trabajador con muchos años. Siempre se busca al trabajador de media jornada engañosamente mal inscripto; al que tenga un año o dos años o que haya ingresado recientemente”.
“Generalmente las empresas más chicas son las que están teniendo problemas. No así un comercio más grande pero igual hay comercios más grandes que quieren despedir porque las ventas les han caído también. No es que están fuera de esta cuestión. Y para nosotros es una preocupación que esté pasando esto y que no haya un cambio para que esto se pueda parar y revertir”, señaló el secretario general.
La génesis es la caída en las ventas. “Concretamente no hay ventas. Todos aducen que las ventas han caído. Las ventas que tenían hace ocho meses, un año atrás, no son las mismas que tienen hoy y obviamente lo prioritario es sacarse los trabajadores de encima. Es el costo que ellos dicen que tienen y no pueden afrontar”, dijo.
Y recuperar el empleo en esta época puede ser dificultoso. “Hoy por hoy buscar un trabajo en el comercio que no es una actividad que esté creciendo, que necesite mano de obra, realmente es complicado”, mencionó.