En efecto, el presidente chino, Xi Jinping, ha inaugurado este lunes la edición virtual del Foro Económico Mundial (WEF, en sus siglas en inglés) con un llamamiento a evitar una “nueva guerra fría”.
Apenas cinco días después de la toma de posesión y a la espera de que la nueva Administración de Joe Biden lance alguna señal de cuál será el tono de su relación con el gigante asiático, Xi ha hecho este lunes un repaso por la complicada agenda bilateral entre las dos potencias y ha lanzado una advertencia: “Iniciar una nueva guerra fría, rechazar, amenazar o intimidar a otros, imponer a las bravas el desacople de las economías, la cadena de suministros o sanciones y provocar el aislamiento o el estrangulamiento económico solo provocará una mayor división del mundo e incluso llevará a la confrontación”.
Xi ha vuelto a erigirse en el defensor del multilateralismo y la cooperación global como vía para abordar los retos aflorados por la pandemia de la covid-19, una “emergencia sanitaria que puede volver a repetirse en el futuro”. Ante un mundo que “no volverá a ser lo que fue”, Xi ha pedido a la comunidad internacional que se adapte a las nuevas realidades que ha dejado la pandemia. “Pese a los billones de dólares empleados en los planes de rescate en todo el mundo, la recuperación global es bastante delicada y las perspectivas son inciertas. Tenemos que centrarnos en las prioridades y equilibrar la respuesta a la covid con el desarrollo económico. El apoyo político macroeconómico debe reforzarse para sacar a la economía mundial de la zona de peligro tan pronto como sea posible”, ha añadido.
Xi hizo un llamamiento a “abandonar los prejuicios ideológicos y seguir un camino de coexistencia pacífica, beneficio mutuo y cooperación para que todos ganen”, respetando las diferencias históricas, culturales y sociales de cada país.