“Nosotros pretendemos a partir del domingo de tarde o de noche comenzar a bajar, en tanto y en cuanto se mantengan los pronósticos que tenemos”, señaló. Por ahora no hay probabilidades de nuevas lluvias.
“El pico ya pasó, fue hace dos días”, dijo Máscimo. Se ubicó en torno a los 27.000 m³/seg. El caudal comenzó a retroceder pero de manera “bastante lenta”, acotó. De todas formas, la masa de agua que sigue ingresando al embalse es superior a la que atraviesa las compuertas de la represa. “Estamos erogando para mantener y no pasarnos de 12,10 metros el nivel de Concordia”, indicó.
En consecuencia, el nivel del embalse sigue creciendo. Esta tarde, estaba en los 36,15 mts., 65 cm. por arriba de la cota de expropiación establecido en torno a los 35,50 mts. “No es una cifra exagerada pero estamos por encima”, indicó.
El desborde de las aguas se debe a las precipitaciones que cayeron desde el sábado pasado, durante cuatro días seguidos. Máscimo explicó que los más de 400 mm. fueron superiores al 50 % de lo que llovió durante los primeros nueve meses del año, dado que se registraron lluvias en torno a los 700 mm. “Esto ha sido un fenómeno extraordinario”, acotó.
La transición de meses de sequía a períodos de lluvias abundantes era previsible pero no con tanto ímpetu. “Teníamos el pronóstico del servicio meteorológico de que iba a llover. Lo que pasa es que llovió muy por encima de lo que estimábamos”, indicó el gerente.
La semana pasada, la altura del embalse descendió a los 31 mts. en previsión de lo que estaba por acontecer. “Pero el agua fue tan grande que no alcanzó de todas maneras para poder mantenernos en los límites normales”, dijo.