“Esto realmente es muy reciente lo que pasó en estos días. Hay una aproximación entre lo que es la gente de provincia y nosotros del municipio. Hay idea de que más allá de las dosis que puedan llegar o no a Concordia, nosotros lo que tenemos que hacer es una dosis de logística”, explicó García.
“El gran desafío de las vacunas que vayan llegando, sea cual sea de las que estén aprobadas en Fase 3 y que las apruebe el Anmat, lo que vamos a tener que tener es la logística”, indicó García a “Tarea Fina” (FM 89.7-Radio Ciudadana).
García explicó que el municipio cuenta con enfermeras en todos los centros de salud en doble turno. Además existe más personal de salud en las reparticiones sanitarias que dependen de la provincia donde hay vacunatorios funcionando todo el día. Pero se requiere un esfuerzo mayor dado que un punto neurálgico será la distribución y la conservación en frío. El riesgo es que las vacunas se inactiven si no son bien resguardadas. “No nos podemos dar el lujo de perder ni una sola”, dijo aunque admitió que siempre se contempla la perdida de porcentajes mínimos de dosis por diferentes motivos. “Tenemos que trata de minimizar este número”, acotó.
De hecho, si bien la vacuna rusa no necesita un frío de -80 °c como la fabricada por Pfizer, García dijo que de igual modo necesita una temperatura de rio extremo, una tecnología que no está disponible en todos los centros de salud. “Estamos hablando de -40 °c y cualquier heladera llega a -4 °c. No hay freezers de frio extremo en la ciudad y hay un sólo lugar en la Argentina donde se fabrican. Y la demanda es altísima”, indicó.
Ya anticipo que falta sumar y capacitar más vacunadores teniendo en cuenta que deberán trasladarse hasta los lugares donde vivan los adultos mayores que no puedan movilizarse. Pero no deben perder de vista la conservación de las vacunas, teniendo en cuenta qué necesitan mantener su cadena de frio. “Esa es una de las preocupaciones más grandes, el traslado y la conservación” de las vacunas, indicó García.
Luego de vacunar a adultos mayores y personas con enfermedades de base, ya en una segunda etapa, se aplicará a la población en general buscando la protección general de la población mediante dos caminos: la vacuna y las inmunizaron de aquellos que ya se contagiaron y se curaron. “Cuando llegó el virus a esta tierra, estábamos vírgenes del virus. Pero ahora ya hay una parte que está inmunizada”, indicó.
Si bien remarcó que es una muy buena noticia la llegada de las vacunas, al mismo tiempo, Garcia advirtió: “vamos a tener que seguir cuidándonos por todo el transcurso del año que viene seguro”.
Para la primera fase de la vacunación, Argentina compró unas 10 millones de dosis. Serán distribuidas durante diciembre, enero y febrero. Se estima que se inoculará un poco menos de un tercio de la población. Por lo tanto, se prevé que las medidas de distanciamiento de higiene se mantendrán algunos meses más.
