Teniendo en cuenta los despidos producidos hasta agosto de 2016 y hasta el mismo mes de este año, en la actualidad las cesantías superan a las registradas el último año. Delgado explicó que son datos fehacientes dado que son empleos en blanco cuya situación debe ser notificada al ministerio de Trabajo obligatoriamente por las empresas. Se trata de despidos, renuncias, abandonos de trabajo, finalización de contratos y otras causales.
Pero bajo distintos ítems, Delgado sostuvo que se encubren los despidos. “Muchas veces pactan los trabajadores con los empleadores a fin de remitir sus telegramas de renuncia y considerar alguna contraprestación económica. No solamente lo económico sino también hay que ver cómo queda el registro del trabajador para ver si le entregan una carta de recomendación para que puedan tomar otro trabajo. Eso influye más que nada en ciudades como Concordia donde somos pocos y nos conocemos muchos. Muchas veces esa gente sale a buscar empleo en otros lugares”, dijo.
“El enfriamiento del consumo que se ha dado ha generado una gran pérdida de la calidad del empleo”, dijo Delgado. “El rubro más movido de despidos ha sido el comercio. Más que nada supermercados, venta de ropa. Son pequeños emprendimiento que han cerrado sus puertas y que han perdido las fuentes de trabajo”, indicó.
En promedio, los trabajadores que dejaron de estar ocupados tenían un promedio laboral de tres a cuatro años de antigüedad. Se trata de empleos a principios de la década actual cuando había políticas de protección y fortalecimiento del mercado interno.
En la balanza a favor se pueden contabilizar las alzas laborales. “Las alzas laborales en lo que va del año 2017 se han registrado 284”, dijo. Pero el delegado dijo que se debe tener en cuenta la calidad de las mismas. Se trata de mucho empleo rural caracterizado por ser trabajos temporales. Dentro del comercio se han registrado 64 altas. “Pero en su mayoría trabajo a término, más que nada para cubrir francos”, dijo.
En cambio, mencionó que se ha producido un repunte en la construcción en lo que va del año. “Más que nada por la obra pública”, indicó. Y en el área de hotelería y gastronomía. “Ha repuntado un poco, abrió un nuevo hotel en el hotel Palmar, el hotel casino, y hay varias aperturas de emprendimientos hoteleros en la zona de las termas de Concordia”, indicó.
“Estamos en una situación bastante complicada con el congelamiento del consumo. La situación macroeconómica la maneja la Nación. Se sigue trabajando al día de la fecha en la protección del empleo. Hemos tenido situaciones muy complicadas, no han cerrado fábricas en forma masiva como en otros lugares de la provincia. Concordia se ha sostenido por el trabajo que se ha llevado adelante y la orden que ha dado el gobernador y el secretario de Trabajo es intervenir en cualquier tipo de conflicto, como pasó con Baggio a fin del año pasado, para llamar a conciliar, al diálogo. Es proteger las fuentes de trabajo”, indicó.
De los datos se puede inferir que la pérdida de empleos en el sector informal ha sido igual o mayor. Pero no hay datos que puedan avalar la hipótesis dado que obviamente es empleo sin registrar. En ese sentido, Delgado sostuvo que solamente realizan inspecciones y donde encuentran trabajo sin registrar después las vuelcan en las estadísticas que maneja la Provincia.
Como conclusión, Delgado señaló que la pérdida de casi 800 puestos de trabajo es mucho para una ciudad que, a diferencia de Paraná que subsiste por el empleo público, siempre se caracterizó por generar empleo privado. “Tenemos producción y un poco más de industrias que Paraná”, acotó. Pero, al mismo tiempo, explicó que Concordia no tiene un Parque Industrial con la misma superficie y nivel de actividad de Concepción del Uruguay o Gualeguaychú que su vez tienen una cadena de trabajo por detrás para tareas como distribución, transportes y servicios.
