De León indicó que los empleados recibieron permanentemente la adhesión de los clientes que se acercaban a las instituciones bancarias dado que entendían la razón de la medida de fuerza.
El conflicto se generó en Tucumán donde 36 trabajadores bancarios fueron despedidos de la Caja Popular de esa provincia hace casi un año y fueron reprimidos hace pocos días por la policía tucumana cuando protestaban. “Hace más de 30 años que no ocurría esto en nuestro país y lo consideramos realmente un atropello. Esto es muy grave no solamente para el sector de los trabajadores bancarios sino para la sociedad toda”, indicó el gremialista.
“Fueron expulsados por ser delegados gremiales. Empezaron a trabajar firmemente en lo que respecta a la comisión gremial y primero fueron trasladados a 250 km. de su lugar de origen. Luego fueron sancionados cuando comenzaron a protestar y luego fueron despedidos”, acotó el gremialista.
De León aseguró que la semana próxima probablemente continúen las medidas de fuerza. “Seguramente va a haber alguna movilización a nivel nacional, un repudio a lo ocurrido en esa provincia y un apoyo a los 36 compañeros para que sean reincorporados”, indicó.