Las estadísticas de la Policía son contundentes. En enero hubo 46 accidentes con lesionados, en febrero 45, en marzo 49 y en abril 51. En promedio, 47 accidentes por mes (1,5 por día). En cuanto a lesionados durante esos cuatro meses, 164 personas sufrieron heridas leves y 41 graves.
Además 11 personas fallecieron durante los primeros cuatro meses. Algunos de los fallecimientos están incluidos en esta trágica lista:
• 17 de enero: tres menores a bordo de una moto se desviaron de la avenida Monseñor Rösch y chocaron una columna de alumbrado público. El accidente se produjo a la altura del Autódromo de Concordia. Debido a las lesiones sufridas, dos de ellos fallecieron. Se trata de Ezequiel de 15 años y Brian de 14. Las víctimas fatales se domiciliaban en Villa Zorraquín.
• 16 de febrero: un joven de 27 años murió en un accidente en el acceso a Puerto Yeruá. Gustavo David, de 19 años, oriundo de Nueva Escocia, al mando de una YBR de 125 cc impactó con la parte trasera de un tractor con acoplado. Como consecuencia del impacto, el joven acompañante Carlos Esteban Lange, dé 27 años, domiciliado en Estancia Grande, fue despedido de la moto, y fue arrollado por una camioneta Toyota Hilux que transitaba en sentido contrario, por el otro carril. Falleció en ese lugar.
• 17 de febrero: un chico de apenas 16 años identificado como Rubén Oscar Bermúdez, volcó la Ford Eco Sport (chapa patente LQO-994, de color gris, modelo 2012), que conducía y falleció poco tiempo después en el hospital Masvernat. El vuelco tuvo lugar sobre la Ruta Provincial 28 en el tramo comprendido entre la Ex Ruta Nacional 14 y el ingreso a la localidad de Colonia Ayuí.
• 11 de marzo: en la autovía 14. km. 218,5 entre San Gregorio y Pedernal, volcó una camioneta Peugeot Partner. En el accidente perdió su vida instantáneamente un hombre de 46 años, Daniel Omar Zurakoski, oriundo de Alem (Misiones). La víctima iba como acompañante.
• 10 de abril: en un accidente en avenida Presidente Illía entre Ituzaingo y Concejal Veiga, Raúl Cesar Cristiance -de 28 años- perdió el control de una moto al tratar de esquivar un perro cayendo sobre la cinta asfáltica. Como consecuencia, pegó su cabeza contra el cordón de la vereda provocándole un severo traumatismo de cráneo que derivó en el fallecimiento del mismo en el hospital.
• 14 de abril: en calle Misiones al 800, antes de llegar a avenida Castro, una moto marca Zanella 150 CC- que era conducida por una mujer de 27 años de edad, acompañada de sus dos hijos, uno de 6 y el otro de 4 años, colisionó con una moto Guerrero 110 CC-conducida por una femenina de 24 años, acompañada de su hijo de 6 años, Ezequiel Abraham Valdez, quien a causa del impacto perdió la vida.
• 23 de abril: Gastón Alexis Segovia, de 20 años, conducía su moto marca Honda Titán 150 cc., transitando por calle Quintana y murió como consecuencia de un accidente protagonizado por dos motocicletas en la intersección de calles Quintana y Chile. Ninguno de sus ocupantes llevaba puesto el casco protector.
Los lugares donde se produjeron los 191 siniestros no arrojan ninguna novedad: 181 ocurrieron en la ciudad, 9 en las rutas del departamento y uno solo en un camino vecinal.
Un Consejo inactivo
Desde octubre del año pasado que el Consejo, encargada de proponer políticas de prevención de accidentes, no se reúne. Hace pocos días, la presidente de la Asociación de Víctimas de Accidentes de Tránsito, Elsa Sanabria, reclamaba políticas de prevención recorda que el Consejo de Seguridad Vial “así como nació, murió”. “En marzo del año pasado le pedimos al intendente por favor que lo reviva. Cumplió, lo reactivo, hubo una sola reunión y nunca más”, sostuvo. “¿Para qué formar otro consejo sino funciona?”, se preguntó Sanabria.
El vicepresidente del Concejo, Mariano Giampaolo, dijo que la última reunión del Consejo Vial tuvo lugar el año pasado, en ocasión del fallecimiento de Iara Ragone, una niña de 14 años atropellada en avenida Monseñor Rösch. No obstante, sostuvo que los temas que se trataban fueron derivados al Consejo de Seguridad Ciudadana. Además, el edil sostuvo que “es difícil” citar a las instituciones reiteradas veces dado que coinciden en ambos Consejos. Si bien es cierto que hay temas comunes al tránsito y a la seguridad, como la sincronización de semáforos en las avenidas, hay otras cuestiones que no coinciden y quedan sin ámbito propio para ser tratadas. En algunos casos, Giampaolo dijo que hay determinados temas que se tratan en el Concejo Deliberante.
Una de las falencias que señaló es la falta de recursos que aqueja al Consejo. La intención del edil es proporcionarles recursos sacándolos de lo que se recauda en concepto de multas. Giampaolo sostuvo que el Consejo debe tener recursos para destinarlos a su objetivo original: la generación de políticas de concientización vial. Desde su punto de vista, “las políticas represivas y de sanciones por sí sola no funcionan y está comprobado en el mundo entero sino están acompañadas de políticas preventivas y de concientización”.
Por ahora, los fondos que se obtienen del cobro de las multas tienen como destino, en un porcentaje menor, afrontar gastos de personal e insumos de la Dirección de Tránsito, y la mayor porción va a parar a Rentas Generales de la municipalidad. “No es incorrecto pero anhelamos y venimos trabajando para que una mínima parte de ello pueda afectarse específicamente a la generación de campañas de concientización”, manifestó Giampaolo, para quien la raíz del problema del tránsito es “cultural”. Para ello, dijo que se requiere trabajar en el mismo desde las escuelas con folletería, cursos de capacitación y de especialización.
Como positivo, el edil rescató una campaña de concientización consistente en la entrega gratuita de cascos y el convenio con la Policía para que los agentes de Tránsito estén acompañados por integrantes de la fuerza de seguridad. Además subrayó trabajos específicos en lugares puntuales como el rediseño de los carriles del Acceso Norte para que los vecinos de Zorraquín accedan de manera segura al barrio, colocación de semáforos y lomos de burro.
Una visión diferente es la del concejal Alberto Zadoyko (FEF) dijo que en esta gestión no se hicieron más de dos reuniones. “En una que participé ha habido muchas propuestas pero no se ha cumplido con nada”, señaló el concejal Alberto Zadoyko (FEF). “Yo no sé que es lo que se espera, que es lo que se pretende hacer o cuando para implementar alguna medidas de seguridad”, señaló. El año pasado, Zadoyko pidió que se declare la Emergencia Vial basándose en estadísticas de la Policía. La respuesta del director de Tránsito, Enrique Legarreta, fue que había ocurrido la misma cantidad de muertes que en años anteriores. “Por lo tanto, dijo que era exagerado el pedido que yo hacía”, señaló.
Justamente, Legarreta, dijo que están esperando la convocatoria a nueva reunión. No obstante, sostuvo que siguieron avanzando en los proyectos que fueron presentados en el Consejo de Seguridad Vial. Un ejemplo son los semáforos. “Se están colocando todos, en calle Tavella y en Monseñor Rösch, está faltando que se termine la obra (Acceso Norte), se puso lomos de burro. Prácticamente nos estaría faltando uno. Era lo más álgido que había”, indicó.
Otros temas abordados son: la modificación del recorrido de las líneas de colectivos y los menores a bordo de carros de tracción a sangre. “Más allá de que no se haya reunido el Consejo de Seguridad Vial, seguimos avanzando con los temas que se habían tratado. Más allá de que no hayamos tenido reuniones, todas las propuestas y los proyectos que habían dentro del Consejo se están haciendo”, manifestó.
De cualquier manera, el responsable de Tránsito manifestó que es importante que se vuelva a convocar debido a la pluralidad de opiniones que se vierten allí dentro. Sobretodo apuntando a recolectar ideas nuevas que puedan surgir de los integrantes del Consejo. “Si lo hacemos de forma individual el pensamiento que tenemos cada uno a lo mejor no lo plasmamos en papeles y no lo levamos a cabo o se hace en forma dispersa, no tiene la misma fuerza que haciéndolo en forma conjunta”, indicó.
Por otra parte, una política de prevención como las estrellas amarillas para recordar a las víctimas de los accidentes que se pintan en el asfalto, están desapareciendo. Los integrantes de la Asociación trabajan y no tienen tiempo para ejecutar la tarea, ni cuentan con fondos para adquirir la pintura. “Capaz les conviene que desaparezcan para que no se demuestre las falencias que tienen”, reflexionó Sanabria días pasados.