En términos políticos, es un frente que se reúne bajo el paraguas de las ideas del peronismo-kirchnerista.
Tantas veces mandado a romper y tantas veces vuelto a armar.
No milita el poder, pero sí las ideas por fuera del partido, en modo trabajo de hormiga y se agrupa por las redes porque funcionar en un lugar físico es difícil.
Como miembro de ese frente que me identifica expongo algunas ideas que hemos elaborado en algunos de esos encuentros.
Entiendo que es imprescindible diversificar la matriz productiva, en la ciudad y la provincia, sino vamos a seguir mirando el horizonte y hasta donde llega la vista, seguiremos contando pobres.
También entiendo que es preciso agregar valor a la materia prima, alentar a nuevos sectores de la producción, alinear la política industrial y productiva en función del financiamiento de inversiones, infraestructura y capacitación. Porque como dijo el General Perón: “Gobernar es crear trabajo”.
También considero que el apoyo estatal es fundamental en la producción y el emprendedurismo, en la internacionalización de lo producido porque sin dudas eso impactará en una mejor recaudación en el arca local y provincial.
Contar con una mejor recaudación permitirá abonar un mejor salario a los empleados públicos. Además gozar de cierta independencia de la lapicera del gobierno nacional (por si cambia el color del partido de la Casa Rosada). Habría mayores posibilidades de inversión en políticas sociales, educativas, salud, educación y seguridad entre otros. Se podría hacer frente a la pobreza y la desigualdad con otras herramientas.
De seguir en esta línea, sin diversificar la matriz productiva, seguiremos contando pobres y con los sueldos de empleados públicos en escalas muy inferiores en comparación con otras provincias. Con escasas posibilidades de inversión en estructura hospitalaria educativa y lo más grave, profundizando la desigualdad.
Una desigualdad que es la madre de tantos flagelos, no sólo por la consecuencia más directa que es la pobreza sino también por la baja posibilidad de acceso a la salud, a la Educación, a la justicia y al trabajo. Hoy existe un universo de ciudadanos sin posibilidades de movilidad social, una bandera que siempre ha levantado el peronismo. Y en este contexto es difícil arriarla. Y peor aún, después de cuatro años nefastos de neoliberalismo que nos dejó algo más que una pesada herencia. Nos quedó la economía destrozada con un salario devaluado, una deuda a 100 años y una desinversión en políticas sociales que repercutirá en una generación, por lo menos.
Y ahora, por si eso fuera poco, el COVID 19.
Nuestra región no es pobre, ni en lo material ni en lo humano. Hay que “repartir la riqueza” como dijo la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Sí, repartir la riqueza. Iniciando el camino de la generación de la misma, regulando los tributos e impuestos y orientándose a políticas efectivas de alto impacto y amplia captación.
La distribución tiene que ser justa y equitativa, si no es inútil.
La fuerza laboral local no tiene que circunscribirse exclusivamente a la recolección de frutas. Hay que diversificar la matriz productiva no sólo por los beneficios económicos sino para desarrollar el gran capital humano e intelectual existente. Desterrar la chatura y promover las aspiraciones que nos eleven a otra calidad de vida en términos individuales y colectivos.
Para eso es necesario ajustar la distribución y tal vez dar una vuelta de tuerca en las políticas de desarrollo local, regional, provincial.
Eso piensa el otro peronismo.
Licenciada en Fonoaudiología Mariela Moreno. Militante. Ex candidata a vice intendente lista 444 Nacional y Popular
