Del otro lado se encuentran los sectores vinculados a la actividad turística. “Acá en Colon existe lo que se llama el Coatur (Consejo Asesor del Turismo) que son miembros de las distintas asociaciones, entre los guías de Turismo, la Asociación Hotelera Gastronómica, el Centro Comercial y “los chicos de las excursiones náuticas”. Ya están planificando trabajar con una capacidad de alojamiento reducida al 50 % de la máxima habilitada para que no haya tantos turistas. Para ello deben dialogar con los propietarios que estén de acuerdo en alquilar porque quizás algunos no quieran retar sus propiedades.
En Colon hay 22 guías de turismo. Solo tres trabajan en la Secretaría de Turismo de Colón. El resto trabaja de manera independiente en esa ciudad, en San José y en Pueblo Liebig. Algunos, entre ellos Inglese, son guías del Parque Nacional El Palmar. Años anteriores, los guías trabajaban con los micros de escolares. “Venían estudiantes de todos lados; la mayoría de Entre Ríos de 4° y 5° grado que hacían el Palacio y el Palmar y, en el medio, Colón. Se quedaban dos noches, una noche, o lo hacían en el día. Dan una vueltita por Colón y el almuerzo o la merienda es acá”, dijo Inglese.
Pero este año fue imposible dado que no hay clases ni viajes de escolares. Muchos debieron recurrir a actividades ajenas al turismo. De los 22, solo tres pudieron acceder al IFE Ingreso Familiar de Emergencia). “Pero hay muchos que no cobraron nada”, sostuvo la guía. El resto se las arreglo como pudo: “tengo una compañera que hace tortas, otra que hace pizzas, un compañero que se dedica a hacer traslados, hay otros que hacen repartos. Nos fuimos adaptando. Yo soy profesora y doy clases tengo ese otro ingreso”.
La guía rescató el gesto de la intendencia de esa ciudad que habilitó a los guías a poder trabajar con grupos de seis residentes los fines de semana en salidas de 45 minutos al aire libre. Distanciados, equipados con barbijos y alcohol en gel, caminaban recorriendo la reserva norte, el puerto y la zona céntrica. Hay que tener en cuenta que esa actividad está prohibida a nivel provincial y nacional ya que no se puede trabajar con nada relacionado con el turismo. “Acá nos dejaron trabajar e hicimos un protocolo con grupos reducidos de seis personas”, dijo.
Pero el sábado pasado debieron suspender la actividad ya que se produjo un rebrote. Se registraron 13 casos en una sola jornada y la intendencia prohibió la circulación con localidades vecinas y dentro de la ciudad en horas de la madrugada. Los guías volvieron a quedar son trabajo.
No obstante, se están reuniendo para ver cómo adaptarse para la temporada que se acerca. De hecho, cree que deberán trabajar en grupos de cuatro o cinco personas ya que no creen que vengan en colectivos, sino que los que lleguen lo harán en auto. Los únicos que viajarán en micro serán turistas que contraten un paquete con alguna agencia. Pero cree que más bien elegirán Misiones, Salta o Bariloche y no cree que elijan Colón. Además, cree que los adultos mayores y las personas que conforman los grupos de riesgo no se animarán a salir. Pero si cree que lo harán familias jóvenes con chicos ya que estuvieron muy estresados todo el año. encerrados en sus hogares. Tampoco cree que estén varios días sino que harán el gasto justo y necesario dada la difícil situación económica general. Por ello, dijo que será más difícil que busquen guías para contratar aunque deberá buscar una alternativa para poder trabajar.
De todos modos, en la ciudad hay cuatro agencias y la intención es trabajar en conjunto cuando sean habilitadas. O la otra posibilidad es estar cerca de la zona de acceso a la oficina de Turismo, contactándose personalmente con los interesados para armar los grupos y salir de recorrida.
No obstante, a fines del mes pasado, el Colegio Médico de Colón emitió una advertencia ante la llegada de turistas de ciudades grandes con circulación comunitaria. “La situación epidemiológica podría volverse rápidamente compleja. Nos deja expuestos a una explosión de contagios que no se va a poder controlar ni aislar”. “Se cuenta con un recurso de internación moderado y crítico finito (6 camas de terapia). Y aseguran: “El sistema de salud provincial no va a dar respuesta en caso de colapso, ya que los centros hospitalarios de otras ciudades que normalmente recibían pacientes, se encuentran al límite de su capacidad”.
El ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y su par de Turismo y Deportes, Matías Lammens, anunciaron el 29 de octubre, en Casa Rosada, la construcción de 18 módulos sanitarios en lugares turísticos para atender posibles contagios de coronavirus durante la temporada de verano. Uno de ellos se instalará en Colón. El titular de la cartera de Obras Públicas aseguró que estos módulos, «fundamentalmente de diagnóstico rápido», son parte de «una infraestructura hospitalaria que quedará» en los lugares donde se instalen «una vez superada la pandemia».
En la localidad hay varias versiones dando vueltas. Una de ellas es que se sitúe sobre la Autovía 14, entre Colón y San José. De esa forma, podrían acceder rápidamente las personas que circulen por la Autovía. El problema es que los médicos que lo atenderían son de Colón. Y por ello, la directora del hospital dijo que lo ideal sería que se instale al lado del nosocomio local, centralizan do todo en un solo lugar, para que los galenos no tengan que estar viajando de un lugar al otro.